México, D.F. / Junio 25.-
Brooke Greenberg, originaria de Maryland, Estados Unidos, tiene 15 años y medio pero lejos de asemejar a una adolescente promedio luce como un bebé de un año.
A diferencia de muchos casos en los que se documentan fallas en el desarrollo o el crecimiento de menores, el de esta joven es único, según relata el pediatra Lawrence Pakula, de la Escuela de Medicina Johns Hopkins y quien estudia su padecimiento.
De acuerdo con el portal ABC News, la condición de la “joven”, que cumplirá 16 años en enero próximo, le impide envejecer de una manera convencional, ya que su cuerpo no se desarrolla como una unidad coordinada y más bien lo hace por partes independientes que están fuera de cualquier parámetro normal.
Desde pequeña, lo único en su cuerpo que ha mantenido un creciendo normal son su cabello y sus uñas.
Brooke nunca ha sido diagnosticada con algún síndrome genético o anormalidad cromosómica conocida que ayude a explicar por qué, pese a su edad, su mente y su cuerpo son los de una infante.
En una publicación para la revista “Mechanisms of Ageing and Development”, el equipo de doctores que analizan su caso documentaron algunas de las inconsistencias en su proceso de envejecimiento, como tener dientes de bebé a la edad de 16, los cambios mínimos que su cerebro ha registrado y la edad de sus huesos que es de aproximadamente 10 años.
La madre de la menor, Melanie Greenberg, señala que cuando sale a la calle con su hija evita dar explicaciones ante cuestionamientos sobre el padecimiento de su hija. “Mi sistema es convertir los años en meses, así que cuando alguien pregunta sólo digo que cumplirá 16 meses de edad”.
El peso de Brooke es de siete kilos y su altura de 76 centímetros. No puede hablar, pero ríe cuando está feliz y claramente reconoce a la gente a su alrededor.
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