Ricardo Triviño desea participar en el rally de Dakar

México, D.F./ 26 Sept.

Cuando se maneja a más de 180 kilómetros por hora sobre carreteras de terracería o caminos nevados, el mínimo descuido puede costarte la vida. Es ese grado de peligrosidad el que tiene enganchado al piloto mexicano Ricardo Triviño.
“En un rally o manejas al límite o no manejas, así son los autos de campeonato del mundo, no te puedes permitir la más mínima distracción”, dijo Triviño cuyo máximo sueño sería participar en el rally más prestigiado del mundo, el Dakar.
“Quiero intentarlo, lo tengo en mente, primero como preparación me gustaría correr la Baja Mil y después el Dakar”, aseveró el piloto.
“Sería el primer mexicano en participar en un automóvil en ese rally”, agregó con ilusión sobre la competencia que este año se llevará a cabo en Sudamérica después de que las amenazas terroristas hicieran imposible organizarlo en el continente africano.
Triviño tiene una especie de adicción de adrenalina, que sólo un automóvil conducido a gran velocidad puede proveer.
“En Suecia, durante mi primer año de conducir en nieve en 2003, iba a 200 km/h cuando mi auto derrapó y estuve a nada de caer a un lago”, recordó.
Pero ese accidente en lugar de alejarlo, ocasionó que se enganchara más y hoy a siete años de haberse iniciado en la carreras de Rally, su ímpetu permanece intacto, incluso ante la falta de patrocinios.
“Quiero estar en un equipo oficial con un auto más nuevo, para poder contender porque este auto ya no está a la par de los demás”, dijo Triviño al señalar un Peugeot 206 con el que devoró un cerro en las grutas de Tolantongo, durante el Giro 2008, festival de deportes extremos.
Aunque las pruebas de rally no están catalogadas como un deporte extremo, bien podrían serlo. Las volcaduras y aparatosos choques forman parte habitual del campeonato mundial de rally (WRC).
“Yo viajo con una suspensión extra en el coche, por si la mía se truena, hay que cambiarla toda, tienes que ser tu propio mecánico también. El cambio de llantas lo hacemos en dos minutos y medio” explicó Triviño.