Estados Unidos.-
Su nombre es LiLou y lleva dos años trabajando en el aeropuerto: le da la bienvenida a la gente que llega a San Francisco, Estados Unidos, su misión en la vida es ayudar a los pasajeros y al personal para reducir sus niveles de estrés y ansiedad.
Su dueña, Tatyana Danilova, le pone divertidos trajes para que LiLou robe miradas de ternura mientras camina por las terminales del aeropuerto. Así, va repartiendo felicidad, ya que es su trabajo como Embajadoras de la Sonrisa.
Tomarse una foto con ella es irresistible, además se ha vuelto toda una sensación.
La estrella cuenta con un certificado de Terapia Animal Asistida por la Sociedad de San Francisco para la Prevención de la Crueldad contra los Animales y también visita hospitales, colegios y estancias para llevar alegría a las personas fuera del aeropuerto y hacerlas conscientes de que los animales también merecen ser tratados con respeto y amor.
LiLou tiene otra misión: que la gente sepa que los cerdos son criaturas limpias, cariñosas, curiosas, educadas, sociables e inteligentes (científicamente se sabe que tienen la inteligencia de un niño de dos años).