Mucha expectativa generó el clásico regio, la ciudad, su afición, la prensa son campeones de pregonar el “mejor” clásico, el de más calidad, el mas pasional; una vez más el futbol regiomontano no aprovecha la expectativa, los reflectores para trascender más allá de las líneas limítrofes del estado de Nuevo León.
Mucho ruido y pocas nueces, fútbol precavido, algunas jugadas de gol, un poco de polémica arbitral y 2 equipos que se preocuparon más por si mismos que por el espectáculo. La directiva Rayada y sus patrocinadores quisieron engalanar con tifos, conciertos de medio tiempo para poder tener un buen espectáculo, pero en la cancha faltó el ingrediente de calidad y sobre todo de buen fútbol para poder subir un escalón en el gusto del paladar nacional.
En el fútbol cancha, Miguel Herrera supo plantar a su equipo para no perder y dominar el escenario en el “Gigante de Acero” mientras Rayados adoleció de un jugador que si bien no anota mucho en clásicos si tiene una presencia en el ataque que impone mucho respeto, como lo es Funes Mori.
Tácticamente el “Piojo” dominó a un Vucetich que puso lo que tenía, pero sin lograr el fútbol esperado. El equipo de San Nicolás mostró personalidad y dominio de la situación, con jugadores maduros líderes que saben qué hacer en los distintos lapsos del partido; Rayados por su parte se mostró desesperado, agresivo en sus roces con el equipo rival y denotó falta de dominio del balón, y sobre todo de asociación en grandes lapsos del juego ya que Tigres mostraba superioridad numérica en cada área del campo y logró que Rayados errara pases sencillos y tuvieron las oportunidades más claras incluyendo 2 postes en la portería del retornado Andrada.
Un partido que pudo haber suponía un mejor espectáculo quedo relegado a ser un aperitivo del América contra Cruz Azul, el clásico “joven” supone ser mas apetitoso para la afición nacional y con el partido de hoy se dan armas para seguir programando de esta manera las jornadas de los siguientes torneos.
Ni jugadores, ni nómina, ni técnicos pensaron más allá, ambos queriendo ganar, pero solo los 3 puntos, no el gusto de quien busca un buen espectáculo un sábado por la tarde en Chiapas, Hidalgo o incluso fuera del país.
Mientras mas se cacarea la gallina de los huevos dorados, resulta que el pollito salió medio plateado, sin ser lo esperado, deseado o al menos algo disfrutable a un nivel más allá de la pasión tan presumida de los “hinchas” locales que con tifos, recibimientos y carrilla local buscan una dominancia que más allá de las redes sociales, no parece estar cerca de manifestar en el rectángulo verde.
Serán los técnicos, los jugadores o simplemente las expectativas están muy altas, pero este clásico regiomontano merece el horario de las 7 pm como antesala del juego televisado por tele abierta en prime time de las 9 PM
Esta vez ¡Saludos desde la butaca del estadio!