Una jornada normal para el fútbol regio. Las dos escuadras hicieron lo que siempre esperan sus respectivas aficiones, superando al rival en turno, se juegue aquí o allá.
Los equipos grandes siempre deben aspirar a eso, sin importar la cancha. Eso de que un estadio rival te presiona, son mentiras. En México eso no existe puesto que los estadios, casi todos, están vacíos. Hay excepciones, pero no son más de dos o tres. El resto, hasta un equipo grande como dice América que es, no puede llenar su estadio. Y no tiene respuestas a ello. El ego americanista es más grande que la afición que dice tener. Creen que son millones, pero van 15 mil a verlos los domingos.
Los Tigres salieron disfrazados de los Xolos, para enfrentar a las Chivas que traen una manera diferente de jugar. Es un equipo rapidito, muy eléctrico, muy incómodo, pero ya saber jugar con el balón, hacerlo correr a donde debe ir, no lo hacen del todo bien.
No saben hacer que corra. No tienen ya Benjamín Galindo que se los tire. Estos la llevan arrastrando hasta ponerse enfrente del arquero y luego tiran.
Aún así fueron un equipo incómodo para Tigres porque enciman muy bien e impiden jugar. A la manera de su DT argentino, que su chamba primordial es no dejar jugar y luego “a ver cómo llevamos la pelota al frente a puntapiés”-
Jugar bien no es algo que sepa este muchacho y enseñarlo, menos. Lo hemos dicho toda la vida: No puedes enseñar algo que tú no sabes.
Pese a un arbitraje muy desaseado, el Tigre pudo sobreponerse y anotar dos goles, pero solo le valieron uno; cuando los árbitros no saben las reglas, es muy difícil arbitrar. Igual en México le dan un silbato a cualquiera y por eso Chivas se salvó de una zapatiza más severa, luego de que le perdonaron un penal al rebaño y el silbante consideró hacer rollito la Regla 11 y guardarla en lo más recóndito de su ser.
Tigres sufrió ante la velocidad y la dinámica del chiverío que, le digo, son rapiditos, pero ya que recuperan el balón, no saben muy bien qué hacer con él.
Y Tigres sufrió porque, salvo por ahí Córdova, Gorri y Láinez que sí son veloces, los demás le echan ganas. Por edad, por estilo o porque así les gusta, se vieron superados muchas veces en el uno a uno. Eso sí, cuando lo tienen, éstos sí saben hacer correr el balón y por eso hicieron un gol espléndido de tres toques, Gorri al espacio con un balón con efecto de la parte interna del pie que encontró a Bruneta en la franja izquierda; centro, Córdova… gol.
Chivas jugó en medio con Gutiérrez, Beltrán, Guzmán y Pavel Pérez; y con Macías y Alvarado adelante… pero no tiene en sí un volante creativo que dirija eljuego. Por ahí Pérez y el nene la intentan, pero no tienen facultades de sobra para dirigir la orquesta.
Y Tigres también sufrió porque los de arriba, sobre todo Bruneta y Gignac, no tienen mucha facilidad para marcar y eso recarga el juego en los de atrás.
Pero finalmente, salieron el triunfo pese a lo que pasó con el silbante que tiene la orden de, las divididas, en favor de Chivas; les vuelas saques de banda, los tiros de esquina; las faltitas éstas sí las marco, aquellas no; te empujan, reclamas, te amonesto. Te jalan del brazo, no amonestó al defensa chiva, pero si tu compañero hace lo mismo, a él sí. Detalles…. detalles.
Ahora, los voy a hartar y tampoco es algo que me importe mucho, pero lo dijimos al comenzar el torneo y los vamos a reiterar siempre que haga falta: Pumas, América y Chivas, siempre recibirán ayuda.
El problema es que ahora ni con ayuda pudieron ante Tigres, pero no todos son Tigres o Rayados que pueden defenderse, contra los rivales y contra árbitros al mismo tiempo.
Al silbante le pueden pagar su extra. Hizo su chamba, de ensuciar el juego. Pero Tigres pudo ganarle.
En la Final no, pero este domingo por la noche, sí.
Lo bueno es que los directivos de los equipos (Tigres y Rayados incluidos) ya saben de ese tipo de arreglos sucios de la mafia futbolera.
Pero así decidieron jugar.
Allá ellos.
POSTDATA:
El Monterrey fue a Santos y le pegó un toque. A los laguneros les pasa algo como a Chivas, no tienen un líder que dirija el juego. Son impetuosos, pero desordenados para lanzar dardos a cualquier parte. Rayados fue un equipo de mucho empaque y cuando se cansaron los de adentro, les mandaron a Martínez, Brandon, Tecatito, Canales y Garza, creo. Pura crema.
Debutaron Corcho y Vázquez. Ya habrá más película para dejar correr y ver si se asientan por acá.
Pero lo poco que se vieron, bien.