Reynosa, Tam. / Dic. 7
Un promedio de 120 menores son deportados al mes por esta frontera por parte de autoridades de la Patrulla Fronteriza al carecer de la documentación legal que les permita permanecer en Estados Unidos.
Los menores, cuyas edades llegan hasta los 18 años, son atendidos por el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) municipal, quien se encargan de su atención y localización de los padres, señaló la presidenta del organismo, María Esther Camargo de Luebbert.
Indicó que una vez que las autoridades estadunidenses entregan al Instituto Nacional de Migración (INM) a los mexicanos deportados, esta dependencia los canaliza al sistema DIF.
Precisó que durante el presente año han recibido unos cinco niños menores de ocho años de edad, los cuales fueron enviados la Casa Hogar del Niño para que ahí les proporcionen los cuidados necesarios acorde a su edad mientras se investiga el paradero de sus tutores.
Refirió que el promedio de edad de los menores repatriados atendidos por el DIF oscilan entre los 14 y 18 años, pero en este año se han recibido a cinco niños menores de ocho años, a quienes se les refuerzan los cuidados por su corta edad.
Camargo de Luebbert descartó que a los menores que llegan a las instalaciones del sistema DIF se les detecte algún problema de adicción -tabaco, alcohol o drogas- pues dijo que en algunos casos se trata de problemas leves de desnutrición.
“Cuando llegan con nosotros nos encargamos de darles de comer, proporcionarles ropa, además de atenderlos psicológicamente y también les hacemos una entrevista para conocer sus datos y forma de vida por lo que al final siempre se les sugiere y se les invita para que no vuelvan a cruzar en las condiciones de inseguridad como lo hacen por el riesgo que representa” dijo.
Aseveró que es obligación del personal del DIF brindarles los cuidados necesarios para que tengan lo mínimo indispensable durante su estancia en esta frontera.
“Estamos obligados a cuidar su integridad, muchos llegan debilitados, seguramente algunos habrán sufrido maltrato pero la mayoría de ellos no lo manifiestan” ,declaró.
Destacó que el grado de escolaridad de los menores repatriados depende de la edad, pues añadió que muchos de los que llegan al albergue tienen concluida su educación primaria y los más grandes la secundaria, “pero su intención es reunirse con algún familiar para trabajar en Estados Unidos”.
Manifestó que la mayoría de ellos son jóvenes que quieren trabajar en Estados Unidos en busca de una mejor condición de vida o bien reunirse con sus padres que laboran en el vecino país del norte.
Enfatizó que en la atención de los menores repatriados coordinan acciones y esfuerzos con el INM, la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), Seguridad Publica Municipal y el propio sistema DIF a fin de que tengan un trato digno y hospitalario durante su estancia en esta frontera.
“El tema de los migrantes será una realidad de toda la vida de esta frontera, son personas que por una necesidad muy grande buscan cruzar hacia Estados Unidos”, puntualizó.
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