México, D.F. / Dic. 11
Un Diablo colmilludo y poderoso y unos celestes motivados y confiados en su juego de conjunto sostendrán este jueves en el estadio Azul la primera de dos batallas en busca de la gloria futbolera, su novena estrella.
Será una guerra donde la defensa infernal, que recibió sólo 17 goles para ser la segunda mejor del torneo, deberá frenar a la ofensiva celestial, la mandona de la campaña, con 36 goles.
Los técnicos Benjamín Galindo (Cruz Azul) y José Manuel de la Torre (Toluca) manejan un esquema similar, el 4-4-2 (cuatro defensas, cuatro medios y dos puntas).
Y aunque la contienda se antoja pareja, el chamuco luce con más armas, pero no hay que desestimar el gran estado de ánimo de los cementeros, que podría derrumbar los sueños escarlatas.
Las virtudes de la Máquina, urgida de campeonar tras 11 años de sequía, se basan en el juego colectivo, con una columna vertebral que ha trabajado junta más tiempo.
Su mediocampo fue uno de los mejores de la liga, comandado por Gerardo Torrado y Christian Riveros, recuperando balones y proyectando al ataque.
Su ofensiva es peligrosa y Pablo Zeballos, su mejor anotador, marcó en la liga siete tantos.
Como desventajas destacan la lentitud de su defensa y la poca experiencia del portero Yosgart Gutiérrez, quien ha recibido 23 goles, 20 en el torneo regular y tres en la liguilla.
Los escarlatas buscan demostrar su poderío en torneos cortos, al sumar un título más a los cinco conseguidos en este sistema de juego y convertirse en el equipo que más ha alzado el trofeo desde el Invierno 96.
Sus fortalezas son numerosas. Cuentan en sus filas con Héctor Mancilla, sanguinario artillero que fue campeón de goleo en el Apertura 2008, con 11. En esta liguilla suma una diana.
Además tienen en su portería la experiencia y la clase hecha hombre con Hernán Cristante, quien sólo ha aceptado un gol en los últimos nueve partidos.
Curiosamente, está a dos juegos de igualar en títulos (cinco) a Miguel Marín, gloria de La Máquina de los años 70.
Da Silva, de los mejores centrales del futbol mexicano, viste de rojo, además del mediocampista Romagnoli.
Por si fuera poco, Sinha es un talentoso medio creativo, hábil, veloz, conduce bien la pelota y tiene un buen toque de balón.
La probable desventaja de los choriceros es que a pesar de tener al mejor goleador su ataque a veces no pesa.
Cruz Azul llega a esta final tras cinco partidos sin perder y buscará seguir con esta racha para sacar un buen resultado en casa y encarar con menos presión el de vuelta en el “Nemesio Diez”.
Y es que ahí, los Diablos no pierden desde hace cuatro meses, registrando seis victorias y un empate.
Su último descalabro fue un 1-0 ante Chivas del Guadalajara en la jornada seis, el 13 de agosto de 2008.
En instancias finales, azules y choriceros se han enfrentado dos veces en cuartos de final, con saldo a favor para Toluca.
En el Apertura 2005, el conjunto rojo eliminó a la Máquina tras ganar 1-0 en el Nemesio Díez y empatar sin goles en el Azul.
Misma historia que en el Clausura 2006. Toluca derrotó en casa 2-1 a los cementeros y los igualó de visita 1-1.
Pero los números son sólo eso, y todo puede pasar en un guerra por una estrella, la novena, para ambas instituciones.
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