Se va un año más, triunfos, derrotas, alegrías, tristezas, 365 días llenos de vida que nos han dejado experiencias para comenzar un 2024 con más sabiduría, al menos eso pensamos cuando pedimos 12 deseos, comiendo 12 uvas, abrazando a propios y extraños.
Comida, bebida, convivencia…para otros será desgracia, tragedia, carencias; en el mundo pequeño pero gigante llamado deporte, habrá un leve descanso antes de retomar actividades en unos días.
En este hermoso, pero finalmente rancho, estamos en vilo esperando contrataciones, despidos y noticias para llenar lo que pareciera un hueco personal que solo lo trivial puede hacernos tener un poco de paz. Anteriormente tenía un conducto definido para recibir las noticias, chismes, opiniones y demás, los medios de comunicación por medio de la radio, periódico, televisión me tenían atento donde quiera que estuviera, esperando que Don Roberto, José Ramón, Castillejos, San Cadilla, Francotirador y otros que por ahora no recuerdo, me dijeran quien venía a jugar a la ciudad, que pasaba en la interna de los equipos, que pensaban los directivos y hasta me daban ánimo para desear ver o ir al estadio para un partido de fútbol u otro deporte.
Hoy puedo con el poder de mi pulgar, “scrollear” cualquier red social y hasta mi vecino que no se a que se dedica, porque no soy muy social, puede escribir unas letras y crear una tendencia, algún barrista puede generar un programa en Twitter o X y decir que le dan información y ofrecer 45 nombres de refuerzos “en carpeta” del equipo de los amores, un periodista puede discutir con quien se le cruce en el camino y recibir o dar mentadas por cualquier tema, por más trivial que parezca.
La modernidad es que ahora los patos les tiran a las escopetas, que “Pepito” Pérez puede mentarle la madre a quien se ha dedicado a su profesión por año, a acusar sin pruebas o pretender saber lo que no se sabe, informar lo ficticio y crear “contenido” para justificar que lo que dijiste, era “solo para enganchar y entretener”.
Los medios le han entrado al juego para no quedarse obsoletos, la credibilidad es cosas de pocos y los que parecían creíbles ahora simplemente parecieran estar en manos del pueblo bueno que tiene sed de noticias cada segundo, existan o no.
Hay quien sabe de comunicación, hay quien sabe de futbol, hay quien sabe informar, hay quien sabe mentir, al final empezaré el año sin saber a quien creerle, los medios tradicionales sobreviven, pero las redes sociales están en tendencia, afortunadamente están medios como HORA CERO que no entran al juego de especular e informan lo que pasa, contenido serio y veraz.
El show es adictivo, sino pregúntenles a los medios locales que han generado $$$$ con el tiempo gracias a ello, pero ahora le entraron al quite los Twitteros, los de Facebook, los Youtuberos. Al final la realidad alcanza, el tiempo desnuda pero la gente está ávida de contenido, sea verdad o no, lo artificial está de moda, las realidades alternas donde Messi y Cristiano vienen a Monterrey son parte de los sueños húmedos de aficionados que quieren un triunfo que muchas veces en lo personal no podrán lograr.
En 2024 espero quitarme mucho de las redes de encima, al menos que quiera vivir en una realidad alterada llena de “noticias”, opiniones, juicios y caos, donde todos tienen la razón y nadie asume responsabilidades…así nuestro fútbol local, donde los aficionados son periodistas y los periodistas aficionados, donde un día eres Dios y al siguiente te quieren colgar del asta bandera del Obispado, ya es difícil creerle a alguien, solo resta esperar el día final de fichajes, llegar a la cancha, ver la alineación y esperar que la pirinola de la película “El Origen” de Cristopher Nolan (si no la han visto, la recomiendo) deje de girar para saber que estas en la realidad y no un sueño lleno de noticias falsas.
El poder de estos días es manipular la realidad, los políticos lo saben, los directivos y medios también, quien lo crea se desilusiona, quien no se amarga, solo el rectángulo verde salva a quienes delinearon como debería ser esa realidad; así que nos vemos en enero, se viene otro tornero, el fútbol es eterno, la lucha por dominar un territorio también, veremos a que evolucionamos como equipos, aficionados y comunicadores. Por ahora me despido, nos vemos en 2024…tiempo al tiempo.
¡Saludos desde el sillón!