La temperatura del deporte esta subiendo de manera peligrosa, como la analogía de las ranas que se van cociendo poco a poco hasta morir, así el deporte con las apuestas, ese fenómeno milenario que ahora es cada día más popular y a la vez legal, donde cualquiera quiere hacerse rico a costa del riesgo de los demás, donde la casa siempre gana y nunca pierde, donde la calentura de las reacciones lleva incluso a matar.
Los casos recientes en todo el mundo muestran que el mundo de las apuestas es cada ves mas caliente y peligroso, que los deportistas están expuestos a amenazas y que en cualquier momento alguien puede llegar y terminar con su existencia porque alguien quiere ser millonario sin trabajar.
El peligro de este fenómeno es que los practicantes de cualquier deporte están sumamente expuestos, pero sobre todo los jugadores o participantes de deportes exóticos, de divisiones inferiores y categorías poco vistas o monitoreadas, desde un partido de tenia en Timbuktú hasta un juego de canicas en Tanzania. Las historias poco se cuentan hasta que alguien desea hacerlas públicas, no respeta género ni deporte y el más perjudicado es el propio actor principal, porque de cualquier extorsionador o de los apostadores, jamás se ha conocido alguna sanción o demanda que llegue a buen puerto.
Que persona en su sano juicio dejaría matarse porque un apostador quiere ganar mucho dinero, usted arriesgaría su vida, o simplemente dejaría su carrera de lado, siendo lo único que saber hacer bien por las amenazas de los nuevos criminales organizados, es simple lógica que la mayoría se arriesgarán a no ser descubiertos y de paso ganar un poco de plata como dicen Sudamérica.
Hasta se puede llegar por hacerse rico fácilmente, el poderío de las casas de apuestas, la legalidad actual de sus juegos y como ahora hasta pueden ser patrocinadores de ligas y equipos, nos muestra que el deporte se ha corrompido a tal manera que el único objetivo es el dinero, no el bienestar de quienes lo practican y, mucho menos el fomentar un estilo de vida sana, de competencia sana y sobre todo, de un buen ejemplo a la sociedad, en especial a la niñez.
Las consecuencias de lo que se ha gestado desde hace años está por verse en los próximos años, la descomposición social enfocada en el dinero como meta, hace generar un interés morboso hasta por los partidos de la colonia, lo cual genera tensiones innecesarias que hace correr hasta la vida de los deportistas, y no puedo dejar de remarcar que los que mas corren peligro son los desconocidos, los que apenas comienzan en deportes o niveles de su juego que casi nadie pone atención.
Por ahora apenas se destapa la cloaca, pero cuando se llegue al fondo de todo, si es que algún si llega, perderemos el gusto por algo que nos ha divertido e influenciado por generaciones, esta actividad llamada deporte.
¡Saludos desde el sillón!