Primera semana del año y arrancamos, espero muy motivados, con nuevos propósitos en mente, porque de nuevo el calendario de carreras para la ciudad viene lleno de eventos para disfrutar distancias que van desde los 5K y 10K, hasta medio maratones y, casi para finalizar, como es costumbre, el Maratón Powerade Monterrey.
Es normal que en esta época nos mueva a salir a correr la pura motivación, pero tenemos que ser conscientes que esta no estará todo el año presente, así que es momento de tambien ejercitar la disciplina.
Esta siempre será la que nos saque a flote cuando esa energía proveniente de la motivación escasee, ya lo he vivido aunque a veces parece que no se va a acabar porque nos sentimos sumamente estimulados, de pronto se va.
La disciplina es la diferencia entre lograr o no algo y es básica en este deporte, como en cualquier otro, incluso en cualquier área de nuestra vida y esta yo la veo como si fuera un músculo más del cuerpo, al qué debes ponerle atención y trabajarlo.
Cuando recién empecé a correr hace ya más de quince años, la ilusión por ir alcanzando metas me movía por completo, corría a pesar de cualquier cosa, clima, escasez dé tiempo, en fin obstáculos del día a día, nada mermaba mi estado de ánimo para salir a hacerlo.
Pero de repente un día sin más ni más, me sentí sin ánimos, ¿porque? ¡No lo sé! Esas cosas pasan, pero me di cuenta que de todas formas sentía que tenía que salir a correr, y lo hacía, no entendía por qué no podía quedarme sin ir a correr, estuve por un tiempo así.
Después en una charla entre compañeros corredores precisamente mientras practicábamos dicha actividad, comenté mi sentir y uno de ellos me dijo “es la disciplina, ya formaste una y es ella la que te hace salir a correr, aunque no tengas ganas”.
Ahí comencé a percatarme de que ¡si! Sin querer había pasado varios meses, mientras estuve motivada ejercitando, no sólo mi cuerpo, adaptándolo a las distancias ,sino también a mi disciplina y desde entonces me muevo así.
Con el tiempo la he ido valorando cada vez más y la sigo ejercitando, mi compañero corredor y también columnista de Hora Cero Deportes, César Vargas, y yo llegamos a la conclusión de que llega un momento en que la disciplina se vuelve “fuerte como una roca” y llegado ese punto nada podrá hacer que la pierdas, así que ¡a ejercitarla!.