Rayadas de Monterrey ha enfrentado una metamorfosis, una que otros han buscado, pero sin éxito, pasaron de ser las eternas derrotadas por las felinas a ser bicampeonas y eliminar a su eterno rival en cuartos de final.
La costumbre de ganar es algo que parece ya les ha gustado, lo disfrutan y han detectado ese raro gen de poder vencer a pesar de cualquier circunstancia, en cualquier minuto y en cualquier cancha. El proceso de transformación albiazul ha sido constante y lleno de críticas que al final se han convertido en aplausos por los campeonatos que colocan a este equipo como una con grandes posibilidades de ser un grande del futbol femenil.
La clave ha sido el ir renovando al equipo, traer jugadoras líderes, de buen carácter e impacto en el vestuario, sin importar los chismes de redes sociales o las opiniones sin sentido de gente que se dedica a criticar un día sí y el otro también; pero, sobre todo, jugadoras de temple para que les valga lo que digan y se ponen a jugar con el corazón y poniendo su calidad al servicio del equipo, las apuestas recientes muestran la sed de campeonatos y por ahora ha dado frutos.
La constancia de resultados en una institución acostumbrada a la falta de ellos es algo de reconocer y felicitar, el reto ahora es mantener la inercia y forjar nuevas líderes ante la constante amenaza de ligas europeas y de USA para llevarse a tus mejores elementos, entendiendo que México es un mercado emergente, pero por debajo de sueldos y condiciones en otras partes del mundo.
La fragilidad del triunfo es el reto para una directiva que requiere mantener la cabeza fría porque la afición recién creada es frágil, solo busca trofeos más que buen fútbol, porque la competencia férrea así es, te obliga a reinventarte cada 6 meses en un mundo acostumbrado a sesiones de dopamina por períodos cortos pero constantes, por lo que ni siquiera un bicampeonato salva de un fracaso en el momento actual.
Amelia Valverde, Eva Espejo, la capi Bernal que recién emigró, Van don Gen que ya se va y otros elementos importantes, necesitarán dar el extra para que Rayadas logre algo histórico como un tricampeonato, algo que será complicado de lograr ante la alta competencia de al menos 4 equipos que le han invertido más de lo común.
La costumbre de ganar es rara, sobre todo en esta ciudad, sobre todo en el varonil, sobre todo en el Monterrey, por lo que la brisa fresca de estas Rayadas revitaliza el mercado futbolero que se niega darle algo al señor Noriega, que parece que ni trayendo a Cristiano podrá lograr su cometido.
Por ahora Rayadas está en semis, veremos hasta dónde puede llegar…
¡Saludos desde el sillón!