En algún punto de la vida decides que es lo mejor, a veces no estás mal pero tampoco donde quieres, puedes o deseas estar. En equipos con una fuerte carga de presión como Real Madrid, Barcelona, Manchester City o United, Milan o Inter, River y Boca, o aterrizando un poco en nuestra realidad, América, Tigres, Chivas, Monterrey; lo regular es que si los resultados, el estilo de juego o el ambiente no es el idóneo, simplemente hay que hacer cambios, para no estancarse en una realidad que frustre los resultados que den brillo a sus vitrinas.
En las formas de Tigres se esconde un poco el que mandaran a Paunovic a su casa a descansar, sin mediar palabra de por medio, solo vieron que no sabía dominar un ambiente de Tigres hambrientos por un último baile que les de la gloria por última vez, mientras Veljko pensaba en renovación, explotando músculos al estilo militar, simplemente el plantel lo reventó y puso a uno de los suyos que promete y mucho.
En América, el patrón Azcárraga, acostumbra a arrebatar como sea necesario, hace los cambios intempestivos y no le importa correr o contratar para lograr lo que nadie en este fútbol, campeonatos a granel y un llamativo tricampeonato de manera reciente.
En Chivas, pues tienen salud, pero en tiempos del finado señor Vergara, los manotazos en la mesa estaban a la orden del día para lograr llevar a su equipo a lo más alto, llegando a lograr campeonatos y finales continentales.
En Monterrey, están cómodos viendo como su novel técnico se viste bien, pero no logra poner idea sobre el conjunto, dependiendo exclusivamente de la inspiración de algunos que parecen no entender dónde están parados. Corrieron de fea manera a un histórico por sus formas, trajeron a un ex jugador de Tigres con experiencia en un solo equipo, sin campeonatos pero que decía arriesgar mucho, pero al final ganaba…nada; ahora se deslumbraron por el big data y la memoria del “Micho” para saberse hasta el nombre del velador del Barrial, pero al parecer no revisaron que en River simplemente no carburaba, más allá de un campeonato, ni hacia funcionar como la grada deseaba a un plantel que tiene todo para campeonar cada año en Argentina.
José Antonio Noriega, de apodo “Tato”, venido de ESPN, limpió la casa y trajo jugadores de jerarquía y carácter, pero le falló el pequeño detalle de poner un conductor profesional para una limosina plagada de lujos, dejando que un aprendiz que apenas sacó su licencia pudiera hacer sus prácticas profesionales dando órdenes a jugadores que saben oler al que sabe y al que no.
El tiempo se agota y si Rayados no define dar las gracias al que por ineptitud o inocencia simplemente no da resultados, simplemente se avecinará una catástrofe de proporciones épicas al tener enfrente al torneo más importante en la historia de este club, el Mundial de Clubes FIFA 2025.
Después de años de luchas y sangre en el campo, de sanar deudas y tener una empresa de clase mundial detrás; Rayados se ha estancado en presumir estadios y centros de entrenamiento, en hacer las cosas bien en todos lados menos en el rectángulo verde, de presumir eventos mundiales y conciertos, pero no campeonatos. La bonanza no es eterna, y las vacas gordas no han dado algo digno de presumir deportivamente, solo una estela de esperanza al desfilar jugadores de alto perfil que no tienen quien les dirija.
Rayados es un Ferrari conducido por un chofer de Uber, con resultados de taxi con taxímetro que apenas y avanza para sacar adelante el día…Síganle así y lo que se avecina sería defraudar la confianza de miles de seguidores que ven a su equipo como suyo y que apenas les dio por volver a llenar un estadio que gracias a las derrotas se vio disminuido.
Tiempo al tiempo, pero el momento de la verdad está cada vez más cerca…
¡Saludos desde el sillón!