Desde la llegada de Guido Pizarro al mando de Tigres, el equipo no sabe ganar. Una derrota y puros empates con más de 550 minutos sin siquiera anotar.
Tigres se achata cuando sale y medio se perfila cuando juega en casa. Pero de visitante, nada, se ha vuelto cómodo para los equipos que lo reciben. Llega dócil y con la pólvora muy mojada.
Por ello cuando te vas con un empate de tu estadio a jugar una vuelta ante Cruz Azúl y requieres de visita ganar o empatar a dos goles pues está en chino porque Tigres se olvidó de hacer eso desde hace un rato.
Lo del penal con la mano de Flores pues es parte de un todo de situaciones que no se están dando. Mala fortuna ante una técnica irregular de marcación dentro del área. Primer balón que tocas y es con la mano. Ni modo.
Tigres perdió la serie en casa. Ahora no le queda más que la liga.
Cruz Azúl tiene posibilidad de doblete en el semestre.
La máquina ante el Vancouver en la final de la Conca.
En otra cosa, qué necedad de decirle clásico nacional al América contra Chivas en el futbol femenil. Lo quieren poner hasta en la sopa, despístenle tantito. El clásico nacional es en el varonil, en femenil no pinta, no manchen.
Pero bueno, esas son las campañas del micrófono de hace 60 años que aún tratan de vender.