El nombramiento del Ing. Humberto Valdez Richaud como jefe de la Oficina Fiscal del Estado en Reynosa, atizó el fuego político y a estas alturas, con un largo trecho por delante, el caldero está que arde y quienes se sienten con méritos o apoyos suficientes para llegar a la alcaldía, han lanzado su cuarto de espadas, haciéndose notar por angas o mangas, venga al caso o no. La lista no era muy larga, mayormente compuesta por varios de los diputados locales y uno que otro iluso.
Con la llegada de Betico, la lista se depura y quedan solamente los que tienen con qué llegar a la contienda interna de Morena y aliados, en busca de la candidatura y luego el voto popular. Pensar que algún candidato de oposición pueda encender los ánimos de los reynosenses para llegar al cargo, resulta tan fantasioso como peregrino. El sucesor del actual alcalde llevará el sello de Morena inexorablemente.
Por deferencia, hay que mencionar primero a las damas y, obligadamente a la diputada Magaly Deándar Robinson, quien ha hecho un relevante papel en la tarea legislativa sin abandonar las labores de carácter social que han llevado incontables beneficios a las familias de escasos recursos de colonias periféricas, ni el contacto con sus bases de apoyo en sectores importantes de la empresa y el mundo de los negocios.
Luego, como estrella emergente, el propio Betico que no requiere de mucha presentación y que llegó a la Oficina Fiscal para deshacer entuertos y darle una nueva mística de servicio. Cuenta con la confianza absoluta del gobernador del Estado, Dr. Américo Villarreal Anaya y la experiencia de haber gobernado el municipio como emergente en circunstancias difíciles. En estricto rigor, son ellos dos los que tienen cancha y cartas para llegar a la presidencia.
Hay otros que han hecho tareas de cabildeo, pagando espacios en medios laxos, pero, su currículo no da para mucho. Han tenido cargos, puestos y responsabilidades, pero, en pleno auge lopezobradorista ni siquiera dieron la cara, menos se ensuciaron los zapatos atendiendo las demandas de las comunidades marginadas. Se cuela también por ahí algún fifí que se pone pantalón de mezclilla, pero que no sabe lo que es servir. También hay algunas personas altamente calificadas, pero, son necesarias donde están.
Por todo ello, las calenturas deben enfriarse y, si todavía es posible, quitarse la corbata o la mascada de seda para ir a picar piedra en los lugares donde se necesita gente que se entregue para hacer tangible la propuesta humanista de que: “Por el bien de todos, primero los pobres”. Como el movimiento se demuestra andando, para aspirar no basta con suspirar. Las condiciones en que se encuentra la ciudad de Reynosa y el municipio en general, no admiten margen de error en cuanto a la selección de los candidatos de Morena para el próximo periodo de gobierno.
Lo deseable es que los que carecen de méritos en las tareas partidistas o cargos públicos, mejor se sumen a alguna de las propuestas señaladas y fortalezcan con ello al partido que ha situado a México en un lugar privilegiado mientras el mundo se debate en terribles guerras y atroces genocidios. El Humanismo Mexicano, como doctrina política y como propuesta filosófica, brilla en la noche oscura de la violencia, más que los cohetes que asesinan a miles de personas inocentes.
Como dijo el Piporro a los acelerados: “¡Tantellensen, criaturas!”.