Decía el inmortal Gabriel García Márquez que la mejor noticia no es la que se da primero sino la que se da después de estar bien confirmada. Por eso el rigor periodístico sigue siendo fundamental en lo que el mismo Gabo llamó “el mejor oficio del mundo”.
Así es que por responsabilidad social y respeto a la opinión pública no se debe escribir o hablar en los medios de lo que no ha sido auténticamente verificado y contrastado, pues se cae en el tremendismo informativo y en la falta de ética si hubiera algún desmentido con pruebas contundentes de la falsedad que difundimos.
Por tanto, el periodista siempre debe tener a la mano una fuente informativa y el verbo de atribución a fin de que todo mundo reconozca de dónde tomó los datos que transmite diligentemente a sus receptores.
Y cabalmente es lo que nos asiste en este espacio para comentar la noticia que propagó la periodista y escritora Sanjuana Martínez durante la presentación de “Las amantes del poder”, de su autoría, en la Feria del Libro de Monterrey, el sábado 18 de octubre: “Enrique Peña Nieto tiene cáncer linfático”.
Sorpresivamente el público, reunido en la sala habilitada para escuchar la reseña de la obra de la valiente mujer y los comentarios de la presentadora, lanzó un ooooooohhhhhhhh prolongado, y más se fue de espaldas cuando lanzó la pregunta: “¿Quién podría quedar en su lugar en caso de que falleciera?”
Desde luego el tema da para un debate mayor, pero no se puede ni se debe abundar en consideraciones serias o chuscas si no hay una confirmación oficial, por más que se diga que medio mundo está enterado de la deteriorada salud del señor Presidente.
Sí sabemos formalmente que fue sometido a una intervención quirúrgica, pero no ha habido versión de un médico acerca del diagnóstico o gravedad de la operación. Por tanto no hay que dar pábulo a pronósticos fatalistas ni a especular sobre sucesores y circunstancias del país en caso de faltar el primer mandatario.
Pero tampoco podemos permanecer en silencio sobre la noticia que vino directamente de quien es una de las periodistas mejor informadas y es una investigadora de primer orden para sustentar con pruebas lo que afirma.
Finalmente corresponde a cada persona sacar sus propias conclusiones acerca de tal información, y desde luego esperar que el problema médico de Peña Nieto no sea de la gravedad que algunas personas sostienen y mucho menos que termine con su vida.
Cáncer es una palabra terrible. Pero si es detectado a tiempo en algunas zonas del cuerpo es susceptible de ser combatido con efectividad. Y ha habido muchos casos de cáncer linfático en que al primer tratamiento responde la curación.
Gabriel García Márquez fue uno de los que superó el cáncer linfático al serle diagnosticado oportunamente, igual que el periodista Jacobo Zabludovsky, y muchos otros pacientes que dan testimonio de su resurgimiento físico, tal cual las mujeres que han sobrevivido al cámcer de seno.
Así es que como noticia no puede ser ocultada. Pero hay que ser responsables para no hacer escándalo ni agregarle de más a la información conocida. Es todo.