Guste o no, la única manera que el corrupto senador Francisco García Cabeza de Vaca no obtenga la casi amarrada candidatura del PAN a la gubernatura de Tamaulipas por designación directa, es una alianza de fuerzas entre Carlos Canturosas y Leticia Salazar.
Porque en una convención interna los votos a favor de Canturosas y Salazar juntos, superarían las simpatías de uno de los más grandes ladrones políticos que ha tenido Reynosa en su historia cuando fue alcalde, siendo esa la única manera de hacer tropezar al astuto legislador federal.
Si bien Cabeza de Vaca tiene mayoría de seguidores en el sur del Estado, en el centro y norte Canturosas y Salazar las llevan de ganar. Por eso ambos optarían porque se lleve a cabo, o una designación directa a su favor que suena improbable, o mejor una convención donde los panistas con derecho a voto de Nuevo Laredo y Matamoros lleguen bien amarrados.
El senador apuesta a que ahora sí a él “le toca” en 2016 y está vendiendo en el Comité Ejecutivo Nacional del PAN que los tamaulipecos se desbocarán en votos a su favor porque solamente él y nadie más que él, puede acabar con la delincuencia organizada y la violencia.
Es cierto que no se puede tapar el sol con un dedo. En Tamaulipas desde el asesinato de Rodolfo Torre Cantú en 2010 a días de la elección, pero sobre todo con el divorcio de dos grupos delincuenciales, los índices de violencia se incrementaron de manera estrepitosa.
Pero también es cierto que esta situación no ha sido exclusiva de un Estado, porque iguales o peores estos hechos han pasado en otras regiones como está el caso de Iguala, Guerrero, con los 43 estudiantes normalistas desaparecidos de Ayotzinapa.
Sin minimizar su inteligencia, gran parte de ella aplicada a sacar provecho de la corrupción, Cabeza de Vaca sería la gran pesadilla para el PRI, aunque tampoco hay que minimizar a Canturosas y Salazar que aprovecharían que la tierra está muy fértil para una probable alternancia cuando se lleven a cabo las elecciones el domingo 5 de junio.
Lo único que sí está garantizado es que Cabeza de Vaca será factor de gran divisionismo dentro del PAN si obtiene la candidatura, porque los panistas seguidores de los alcaldes de Nuevo Laredo y Matamoros, votarán en su contra o se abstendrán.
Porque el corrupto senador es el único capaz de sembrar la división y la discordia albiazul. Y prueba más reciente es la nominación de su hermano Ismael, como candidato perdedor en las pasadas elecciones a diputado federal por el Distrito 2 de Reynosa, vomitado por los mismos panistas.
La victoria del PRI en Reynosa y en los restantes siete distritos de Tamaulipas el 7 de junio pasado, fue tan humillante porque Cabeza de Vaca creyó que el apellido y el logotipo de los cuernos azules serían suficientes. Pero los electores reynosenses, asqueados, rechazaron ambos en las urnas.
El PAN nacional sabe bien que en la suma que resulte al promediar positivos y negativos, Canturosas supera al corrupto senador, porque no tiene cola que arrastre y pueda esconder.
Salazar, por su parte, con menos placeadas por Tamaulipas, sin hacer mucho ruido seguramente es apoyada por su género albiazul, siendo esa su mayor fortaleza amén de su trayectoria y resultados como alcaldesa de Matamoros.
En fin, Acción Nacional tiene en su decisión la posibilidad de aspirar a gobernar por vez primera el Estado, o bien unir a gran parte de la sociedad, empresarios, medios de comunicación y oposición contra Cabeza de Vaca porque no permitirán un monumental robo.
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