He cumplido 40 años en el periodismo y no sé por dónde empezar para enumerar por qué estoy tan satisfecho en haber elegido esta carrera.
He transitado limpio desde que empecé como reportero en el periódico El Porvenir en 1984, hasta alcanzar el nivel de periodista. Porque cuando empezamos a andar en la calle y en las fuentes somos reporteros, no periodistas.
Satisfecho también estoy de mis primeras encomiendas entre 1984 y 1988 como enviado especial a elecciones en otros estados, hasta ser contratado en 1991 por Notimex como corresponsal internacional en Italia donde estuve hasta 1995.
Satisfecho también estoy de cubrir dos Mundiales de Futbol, México 86 e Italia 90, y de acudir acreditado a unos Juegos Panamericanos en La Habana en 1991.
De escribir además cientos o miles de notas, crónicas, entrevistas y reportajes, hasta plasmar en un libro mi experiencia como corresponsal de
guerra en la ex Yugoslavia en dos viajes: 1993 y 1994.
Satisfecho también estoy de recibir diplomas por charlas y conferencias, al reconocimiento en 2014 a la Excelencia Profesional como egresado de la UANL.
Y haber viajado cuando Hora Cero recibió en Sao Paolo, Brasil, el prestigiado Premio de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP). De presentar documentales como director y productor ejecutivo en universidades de México, hasta exhibirlos en la prestigiada Columbia University de Nueva York, en la Universidad Metodista del Sur de Dallas, en Venezuela y en otros foros.
Satisfecho también estoy de editar notas de mis reporteros, de ser jurado del Premio Nacional de Periodismo; de hacer historias humanas con sentido social, y apoyar causas de quienes necesitan y exigen justicia.
De haber sido encuestador de calle para Hora Cero en 1998, hasta fundar en 2016 una empresa encuestadora, por cierto, entre las más certeras del país y con reconocimiento en el ámbito privado, político y gubernamental.
Satisfecho también estoy de haber sido alumno, honrar, no olvidar y frecuentar a mis grandes maestros como Silvino Jaramillo y José Luis Esquivel, QEPD, y que me cincelaron con sus enseñanzas.
De aportar mi experiencia para fundar un periódico en Reynosa que en 2023 superó el cuarto de siglo, hasta convencer al dueño para tener una franquicia como Hora Cero Nuevo León que cumplirá 20 años en 2025.
Satisfecho también estoy de sumar nuevos amigos en estos 40 años en el periodismo, y uno que otro enemigo dentro de la política, hasta despedir a otros compañeros de este viaje que me causaron lágrimas y profunda tristeza.
Podría enumerar muchas más satisfacciones profesionales que el periodismo me ha dado, pero terminaré con la siguiente que sucedió hace dos días:
Aquí mismo me encontré al historiador, escritor y columnista José Roberto Mendirichaga, quien me recordó un reportaje que publiqué en El Porvenir hace ¡38 años! y que sacudió el ámbito cultural de Nuevo León, sobre el saqueo a los archivos y venta a Estados Unidos de documentos históricos.
Qué buena memoria. Creo que mi trabajo ha dejado huella.
¿Y qué me faltaba en lo profesional?: estar en unos Juegos Olímpicos. Y en París 2024 cumplí esa asignatura pendiente. Fue cerrar el círculo. Mi Grand Slam.
Gracias a los que me han acompañado en este periplo periodístico durante cuatro décadas. Y gracias a Dios por tanto.
Palabras pronunciadas el miércoles 16 de octubre en el Museo de Historia Mexicana de Monterrey.