Cd. de México.-
El ambiente en una penitenciaría es avasallador, pronto se siente en la garganta, y es que aire del lugar donde miles de reos conviven no es del todo saludable.
En Santa Martha Acatitla conviven algunas enfermedades que atacan las vías respiratorias. Además de esta información, la producción de la cinta “La 4ta compañía” también tuvo que aprender que en la cárcel “dar un paso cuesta un peso”.
El filme dirigido por Amir Galván y escrito por Vanessa Arriola, estuvo cinco semanas dentro del reclusorio de Santa Martha para lograr la conjunción entre actores y no actores en la historia sobre el equipo de fútbol americano llamado “Los Perros”, que a finales de la década de los 70 se convirtió en uno de los ejemplos que demostraban cómo el sistema penitenciario de México funcionaba.
La cinta tiene por escenario los pasillos reales de Santa Martha, los reos que ahí habitan y quienes le dieron oportunidad al equipo de filmación.
Luego de dos años de dar talleres sobre apreciación cinematográfica y producción de documentales, Vanessa Arriola y Amir Galván se ganaron su lugar entre los prisioneros. Les enseñaron sobre el arte del cine, de la actuación y las historias.
Lograron convencer a las autoridades que les dieran permiso para filmar dentro de la prisión. “Sigue siendo un lugar donde se orquestan delitos, y que nosotros estuviéramos ahí vulneraba no sólo la seguridad, sino el modo en el que funcionan las cosas ahí”, explicó Galván.
La cinta será la encargada de abrir el Mira Film Festival este 10 de noviembre en el Cinépolis Diana y espera que la historia pueda tener los mismos alcances que, en su momento, consiguió el documental “Presunto culpable”, en donde colaboraron con anterioridad.
“De lo que queremos hablar y de que lo que queremos que la gente hable y se entere es de la Ley Nacional de Ejecución Penal, la cual pretende mejorar la situación que existe en los penales. A través de que organismos de derechos humanos entren y que haya un verdadero programa de reinserción”, explica Vanessa Arias.
Y es que la ley ya se promulgó, pero aún no entra en vigor, ya que tendrá que esperar dos años para que se haga su aplicación.
“Los penales son parte de la estructura de corrupción, todos saben lo que ahí pasa”, agregó Arias.