Washington, D.C. / Oct. 13
Con un país al borde del cataclismo financiero y dos guerras abiertas en Irak y Afganistán, el presidente, George W. Bush, apura los últimos 100 días de su mandato mientras se desliza por la pendiente del caos y la impopularidad con los peores índices de aceptación desde la renuncia de Richard Nixon (24%) y un déficit presupuestario que rondará los 500 mil millones de dólares en 2009, el más abultado en la historia del país.
Hace casi ocho años, Bush, juraba como 43 presidente de Estados Unidos. En su discurso de aceptación, prometía el inicio de una nueva era de “poderío militar, con menos impuestos y más compasión hacia los más pobres”, mientras los ecos de las protestas le gritaban “!Presidente bastardo!”, “¡Fraude!” y “!Golpe de Estado¡”.
Hoy, aún antes de terminar su mandato, George W. Bush ya encabeza la lista de los peores presidentes en la historia de Estados Unidos, mientras una legión de analistas, hacen inventario de un mandato y un presidente que, aseguran, es el principal artífice de una crisis sin precedentes desde los años de la Gran Depresión.
“George W. Bush se ha ganado su lugar entre los peores presidentes en la historia de Estados Unidos”, aseguró James Thurber, de la Universidad Americana.
Hoy, son muchos los que consideran que el verdadero mandato de Bush se inició aquel 11 de septiembre del 2001, cuando los ataques terroristas le permitieron sacudirse el estigma del fraude electoral en Florida.
“Puede decirse que el mandato de Bush se inició no el día en que juró como presidente, sino con su actuación tras los atentados del 11 de septiembre de 2001”, dijo Ken Duberstein, ex jefe de gabinete del presidente, Ronald Reagan. “Por tanto, añadió, la historia lo juzgará en buena medida por su intervención en Irak y el resultado futuro de esa intervención”.
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