Tokio, Jap. / Marzo 22.-
La situación en la planta de Fukushima Daiichi es tensa y confusa, pues se registran emisiones intermitentes de vapor y humo en algunos de los reactores. Hoy se reanudaron las tareas para reinstalar al electricidad y permitir que funcionen los sistemas de enfriamiento.
Dichas labores se habían suspendido ayer, luego de que el reactor 2 emitiera vapor blanco y el 3 humo gris, para dejar de hacerlo por la noche. Sin embargo, hoy del reactor 3 surgió humo blanco y del 2, vapor, lo que elevó al ministro de Economía Banri Kaieda a calificar la situación de tensa.
El nerviosismo mundial por la radiación emitida por la planta creció hoy, aunque los técnicos que trabajan dentro de la zona de evacuación alrededor de la dañada planta lograron finalmente conectar cables de energía a los seis reactores y comenzaron a bombear agua a uno de ellos para enfriar las barras de combustible nuclear.
“Vemos una luz para salir de la crisis”, dijo un funcionario citando al primer ministro Naoto Kan, permitiéndose un optimismo inusual.
Afuera de la planta, una creciente evidencia de radiación detectada en vegetales, agua y leche puso nerviosos a todos en Japón y en el exterior a pesar de las declaraciones de funcionarios de que los niveles no eran peligrosos.
TEPCO dijo que se encontraron pequeños rastros de radiación en las aguas del Pacífico cercanas al lugar, pero precisó que ello no representa un riesgo inmediato. El Ministerio de Salud de ha pedido a los residentes cercanos a la central que dejen de beber agua del grifo y detuvo cargamentos de la zona como leche, espinacas y otras verduras locales llamadas kakina.
Los expertos dicen que las mediciones son mucho menores a las de Chernóbil después del accidente de 1986 en Ucrania. Algunos advirtieron en contra de entrar en pánico. “Tendría que comer o beber una cantidad importante para recibir un nivel de radiación que pudiera ser peligroso”, dijo Laurence Williams, profesor de seguridad nuclear del Instituto John Tyndall, ubicado en Gran Bretaña.
Con todo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo que el impacto de la radiación se estaba volviendo más serio de lo pensado inicialmente, cuando se esperaba que estuviera limitado a unos 20-30 kilómetros de la planta.
Estados Unidos comenzó ayer a repartir yoduro de potasio entre su personal destacado en Japón, así como a sus familiares, mientras China vigila la comida importada de Japón y Sudcorea dijo que ampliaría sus inspecciones de radiactividad a la comida japonesa.
Ayer, el director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), Yukiya Amano, reconoció que aún es “muy grave” la amenaza nuclear, aunque confía que la crisis sea superada. Amano abogó por “aprender las lecciones” y endurecer las normas de seguridad de las centrales nucleares.
El costo de los daños por el sismo del 11 de marzo fue estimado en alrededor de 250 mmdd, casi 4% del PIB nipón, convirtiéndolo en el desastre natural más costoso de la historia.
La cifra oficial de muertos dejados por el terremoto y posterior tsunami es de 9 mil 79, pero probablemente continuará aumentando porque hay 12 mil 645 desaparecidos.
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