Brasil.-
Un preso internado en la cárcel de Peco, en Cruzeiro de Oeste, Brasil, fue asesinado por sus tres compañeros de celda.
El presidiario fallecido identificado como Alex Sandreo de Souza, de 30 años, estaba cumpliendo una condena de 23 años por el abuso sexual contra su hijastra de 5 años.
Pero fue encontrado por autoridades sin signos vitales y heridas graves, como puñaladas en el cuello realizadas con cepillos de diente afilados.
Además, presuntamente dos presos le mutilaron el pene y lo introdujeron en la boca del cadáver; también decidieron sacarle el corazón al cuerpo sin vida y lanzarlo a un bote de basura de la propia cárcel.
De acuerdo al portavoz de la policía encargada de la investigación, tras los primeros interrogatorios entre los presos de la cárcel, uno de los presidiarios confesó que era el autor del crimen y aseguró que lo había hecho siguiendo a unas “voces de su cabeza”.