México, D.F. / Noviembre 10.-
La presidenta magistrada del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), María del Carmen Alanís, afirmó que ningún edificio democrático puede fincar cimientos sólidos sobre un agrietado terreno donde la pobreza, la exclusión y la desigualdad han echado raíces tan profundas.
Durante la inauguración de la Décima Asamblea de la Unión Interamericana de Organismos Electorales (UNIORE) celebrada en Mérida, Yucatán, Alanís dijo que uno de los mayores retos para los países democráticos son las historias endémicas de pobreza alimentaria, de carencias de servicios básicos y de problemas de salud “que deberían estar totalmente desterrados del continente”.
“Éste no es sólo un problema de disociación entre la esfera económica y la política, o entre Estado y mercado. Es también un problema donde esas distorsiones afectan las posibilidades de ejercer plenamente los derechos y, por ende, la distribución del poder público y las posibilidades de su ejercicio democrático”, afirmó la presidenta magistrada.
Alanís resaltó que en ese contexto social, la democracia electoral ha sido, ciertamente, el motor de la expansión de las libertades en el continente y “quien integramos UNIORE sabemos que nuestras instituciones han logrado procesar el arribo de la democracia a nuestras naciones y reconocemos el largo trecho que nos falta por recorrer”.
Si en el pasado las agendas de estas conferencias trataban temas de ingeniería constitucional y de diseño de los sistemas de partidos, ello era porque se estaban dando los primeros trazos de la organización democrática.
“Hoy, nuestra democracia enfrenta estos nuevos desafíos y lo hace soportándose en sólidas instituciones electorales que cuentan con un abanico más sofisticado de opciones para su desempeño”, añadió retomando otras tesis en la materia.
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