México, D.F.-
La secretaria de Salud federal, Mercedes Juan López, señaló este viernes que México cuenta con un sistema robusto de salud y el gobierno federal trabaja para lograr la cobertura universal de estos servicios con calidad.
La funcionaria indicó que la dependencia a su cargo trabaja con el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para dar un pase universal a las mujeres embarazadas y tengan acceso a los servicios de salud.
Dijo que este proyecto es de gran relevancia porque la atención a este sector de la población representa 60 por ciento de los egresos hospitalarios del sistema de salud, sin necesidad de hacer cambios legislativos.
Durante la celebración del 35 aniversario de la Fundación Mexicana para la Salud (Funsalud), Mercedes Juan expuso que en la actualidad existen 57 millones de personas afiliadas al Seguro Popular y se trabaja para una mejor rendición de cuentas y transparencia en los recursos para los estados, que inició este año.
La secretaria de Salud resaltó que en las compras de medicamentos se logró un ahorró de 10 mil millones de pesos, gracias al esfuerzo coordinado con el IMSS.
Por otra parte, Mercedes Juan comentó que está por entrar al Congreso de la Unión la propuesta de la Comisión de Regulación de Servicios de Salud y el fortalecimiento de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico.
Recordó que en días pasados, la Organización Mundial de la Salud (OMS) otorgó el certificado a la Cofepris como agencia regulatoria en materia de vacunas, lo que significa un gran paso como institución regulatoria y es un reconocimiento a México como un país que puede exportar y tener vacunas de gran calidad en el mundo.
Asimismo, dijo, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) reconoció a México y a la región de las Américas como libre de la trasmisión endémica de la rubéola y del síndrome de la rubéola congénita.
No obstante la funcionaria reconoció que aún hay desafíos en materia de salud, entre los que se encuentra la obesidad y la diabetes, ante estos problemas de salud pública dijo que el gobierno federal trabaja para revertir esta situación, ya que de no hacerlo se podría llegar a tener una disminución en la esperanza de vida.
Confió en que la Estrategia Nacional contra la Obesidad y Sobrepeso, lanzada en octubre de 2013, tenga más avances importantes y agregó que sus impactos serán analizados por el Observatorio Ciudadano, órgano independiente del gobierno.
Mercedes Juan expuso que la Secretaría de Salud toma las propuestas de Funsalud para ver cómo colaborar y tener mayores alianzas del sector gubernamental con el sector privado y así lograr mejorar el sistema de salud y sobre todo la salud de los mexicanos.
Por lo que el esfuerzo conjunto del sector público y privado seguirá contribuyendo a mejorar el abasto de medicamentos de calidad, así como los medicamentos genéricos, como ya se ha hecho, al liberar 350 sustancias y con lo cual también se bajaron sus precios.
En su oportunidad, el presidente del Consejo Directivo de Funsalud, Pablo Escandón, reconoció el esfuerzo del gobierno para avanzar en la cobertura universal de salud, sin embargo, dijo que pese a que los indicadores macroeconómicos dan cuenta de un crecimiento en empleo, inversión y exportación, aún hay deficiencia en la prestación de servicios de salud, sobre todo ante el incremento de costos de las enfermedades crónico degenerativas.
Dijo que el gasto a salud creció a una tasa anual de 7.2 por ciento en los últimos 20 años, no obstante este crecimiento no es suficiente para atender las necesidades de la población.
Escandón precisó que la carga de la diabetes es el doble en México con respecto a otros países y sólo se diagnostica a la mitad de diabéticos.
Por lo que se requiere impulsar la prevención y difundir estilos de vida saludables, además de una transformación del sistema de salud para que haya cobertura efectiva en términos de calidad, diversidad, y oportunidad de los padecimientos que enfrenta la población.
El presidente de Funsalud urgió a separar las funciones de financiamiento y prestación de servicios de salud al interior de las instituciones para lograr la asignación eficiente de recursos hacia las necesidades de salud.
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