Cd. de México.-
La situación de violencia y de impunidad en México pone a los medios de comunicación y periodistas en una situación vulnerable, al grado de autocensurarse en algunas regiones.
Durante el panel “Censura letal: ¿Cómo romper el ciclo de la impunidad y la violencia en México?”, Javier Horacio Contreras Orozco, de El Heraldo de Chihuahua, indicó que una de las soluciones es recuperar el lenguaje secuestrado por las organizaciones criminales.
En el ciclo de paneles con motivo de la 72 Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Edgar Corzo, quinto visitador de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), enfatizó que el gremio se encuentra en una situación de alto riesgo, por lo que es necesario hacer un discurso público del problema que enfrentan los periodistas en el país.
Al poner las cifras sobre la mesa, Corzo Sosa alertó sobre los índices de impunidad cuando de 176 averiguaciones previas relacionadas con periodistas, sólo 10% llegó a una sentencia condenatoria y se encontró que en la mayoría no hubo una debida integración. “Del año 2000 a la fecha tenemos 119 homicidios de periodistas”.
Al moderar la mesa, David Aponte, subdirector General Editorial de El Gran Diario de México, preguntó qué hacer para que la situación cambie, a lo que Víctor Murguía Velasco, de la Organización Editorial Mexicana de Xalapa, explicó:
“En Veracruz no lo decimos, pero hay miedo y nos lleva a la autocensura; no veo cómo salir de ahí.
“La táctica de las autoridades estatales ante cualquier asesinato de periodistas es criminalizarlos. Durante el gobierno de Felipe Calderón hubo más de 100 mil muertos ligados a la violencia y en la administración de Enrique Peña Nieto van alrededor de 60 mil; son cifras de escándalo”, enfatizó Murguía Velasco.
Un punto en el que coincidieron fue en la penetración del crimen organizado en las instituciones policiacas, por lo que aseguraron que se tiene que estar más organizado como gremio.
El visitador de la CNDH consideró que la línea de investigación de la labor periodística siempre la hace a un lado la autoridad ministerial.
En su oportunidad, Javier Contreras afirmó que la principal amenaza a la libertad de expresión es el crimen organizado y propuso:
“Qué alternativas para los medios de comunicación, si queremos recuperar las calles debemos recuperar primero el lenguaje, desmontar la agenda criminal, rompiendo el ciclo de violencia que han creado rescatando el lenguaje secuestrado; el reto es lograr una cultura de legalidad”, enfatizó.
Mientras que Víctor Murguía aceptó que en Veracruz hay una desorganización por parte del gremio periodístico y la labor de investigar quedó “sepultada”; luego de hacer una reflexión, los panelistas insistieron en la urgencia de tener un discurso público en el que se reconozca la situación de inseguridad en la labor realizada por los reporteros y crear un mapa de riesgo.
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