El secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, entregó este lunes al Congreso de la Unión el informe por escrito del segundo año de Gobierno de la administración del presidente Felipe Calderón, en lo que fue el inicio de un nuevo ritual.
A partir de este 1 de septiembre el Presidente de la República ya no tendrá la obligación de acudir al recinto legislativo de San Lázaro para presentar su Informe de gobierno, luego de la reforma al artículo 69 de la Constitución fue aprobada en julio pasado por la mayoría de los congresos estatales.
Ahora basta que mande el documento con un propio o mensajero para que se cumpla la ley.
Mouriño entregó el informe al presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, César Duarte (PRI), en una breve ceremonia en las instalaciones de San Lázaro.
Dijo que entregaba el informe, sobre el estado general que guarda la administración pública federal, por instrucciones del presidente Calderón y en cumplimiento al mandato del Artículo 69 de la Constitución Política.
Con ello, el Gobierno federal queda “al pendiente de las disposiciones de los integrantes del Poder legislativo para el desahogo del análisis del documento, según lo marca la normatividad vigente”, indicó Mouriño.
Por su parte, César Duarte dijo que en la sesión de Congreso General de este lunes, turnará el documento al Senado de la República y posteriormente se desahogará la glosa del documento con las visiones de los diferentes grupos parlamentarios.
Con la entrega-recepción del informe por escrito del segundo año de Gobierno del presidente Calderón se dio cumplimiento a este nuevo momento que vive la nación, en la transformación de las instituciones y sobre todo en el compromiso de rendición de cuentas y transparencia, señaló el presidente de la Cámara de Diputados.
Una vez recibido el documento, el poder Legislativo deberá de analizarlo y podrá plantear por escrito las preguntas sobre puntos del informe en los que tenga duda, a fin de hacerlas llegar al Ejecutivo.
Además, el Legislativo podrá citar a los miembros del gabinete legal y ampliado, así como a los titulares de los órganos autónomos, para que comparezcan bajo protesta de decir verdad.
De igual manera, los legisladores podrán plantear preguntas por escrito y los funcionarios tendrían un plazo de 15 días naturales para responderlas.
Los artículos que se modificaron en la Constitución son los siguientes: Artículo 69. En la apertura de sesiones del primer periodo ordinario de cada año de ejercicio del Congreso, el Presidente de la República presentará un informe por escrito, en el que manifieste el estado general que guarda la administración pública del país.
En la apertura de las sesiones extraordinarias del Congreso de la Unión, o de una sola de sus cámaras, el Presidente de la Comisión Permanente informará acerca de los motivos o razones que originaron la convocatoria.
Cada una de las cámaras realizará el análisis del informe y podrá solicitar al Presidente de la República ampliar la información mediante pregunta por escrito y solicitar a los secretarios de Estado, al procurador general de la República y a los directores de las entidades paraestatales, así como a los titulares de los órganos autónomos, para que informen bajo protesta de decir verdad. La ley del Congreso y sus reglamentos regularán el ejercicio de esta facultad.
Artículo 93. Los secretarios de despacho, luego que esté abierto el periodo ordinario de sesiones, darán cuenta al Congreso del estado que guarden sus respectivos ramos.
Cualquiera de las cámaras podrá convocar a los secretarios de Estado, al procurador General de la República, a los directores y administradores de las entidades paraestatales, así como a los titulares de los órganos autónomos, para que informen bajo protesta de decir verdad, cuando se discuta una ley o un estudio concerniente a sus respectivos ramos o actividades o para que respondan a interpelaciones o preguntas.
Las cámaras podrán requerir información o documentación a los titulares de las dependencias y entidades del gobierno federal, mediante pregunta por escrito, la cual deberá ser respondida en un término no mayor 15 días naturales a partir de su recepción.
El ejercicio de estas atribuciones se realizará de conformidad con la ley del Congreso y sus reglamentos.
Este 1 de septiembre los mexicanos atestiguarán el nacimiento de un nuevo ritual entre el Presidente en turno y el Congreso.
Con la reciente reforma Constitucional a los artículos 69 y 93, ya no se obliga al presidente Felipe Calderón a acudir al Congreso de la Unión a entregar su informe de gobierno, por lo que ahora veremos el nuevo ritual, el de los partidos políticos representados en el Congreso, el verdadero festejo de la apertura del primer periodo de sesiones de cada año legislativo.
La tradicional “respuesta” al informe presidencial, emitida tradicionalmente por el presidente en turno de la Cámara de Diputados, será transformada ahora por una simple declaratoria de recepción del informe y un mensaje posterior.
No habrá discursos eternos del presidente, pero sí de los partidos políticos, además de un acto en dos tiempos, pues será después cuando por medio de una nueva figura, la “pregunta parlamentaria” los legisladores podrán cuestionar algún aspecto y pedir comparecencias de funcionarios “bajo protesta de decir verdad”.
Así, para este septiembre los grupos parlamentarios serán los anfitriones festejados.
Y es que el acuerdo parlamentario del 20 de agosto, coloca como acto central los llamados “posicionamientos”, o sea los discursos de cada una de las ocho bancadas.
En detalle, el acuerdo señala que este primero de septiembre la ceremonia empiece a las cinco de la tarde. Vendrá el tradicional pase de lista para asegurar que hay quórum, y se emitirá la declaratoria de apertura del tercer año de sesiones, el último aquí en San Lázaro correspondiente a la 60 legislatura.
Acto seguido, según el acuerdo de la “Conferencia para la dirección y programación de los trabajos legislativos” cuya copia tiene EL UNIVERSAL, se procederá a leer lo acordado por los diputados, en consonancia con el Senado.
Vendrá el discurso de los grupos parlamentarios, y la novedad: un breve ritual para recibir el informe de gobierno del segundo año, entregado por alguien designado por el Ejecutivo.
Se tiene prevista ya no una respuesta del Legislativo, sino una intervención del nuevo presidente de la Mesa Directiva, Horacio Duarte (PRI), para declarar la recepción del informe.
“El honorable Congreso de la Unión declara formalmente cumplida la obligación del presidente de la República a que se refiere el párrafo primero del artículo 69 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos”, será dicho en voz alta, y el presidente del Congreso procederá a emitir su mensaje, según el acuerdo.
Y será todo. Se acabará el Día del Presidente, la parafernalia, los traslados desde Los Pinos, o Palacio Nacional, las fortalezas alrededor de San Lázaro para brindar seguridad incluso con el Ejército, los aplausos, el besamanos, las comisiones que acompañaban al presidente.
El acuerdo de la ceremonia, está firmado por Zavaleta, y los coordinadores parlamentarios, a excepción del PT y deja pendiente el mecanismo para la pregunta parlamentaria.
Y es que hay más: la reforma señala que una vez recibido el informe, cada una de las cámaras realizará el análisis del mismo y podrá solicitar al Presidente ampliar la información mediante una “pregunta por escrito”.
Se podrá citar a los secretarios de Estado, al titular de la PGR y titulares de entidades paraestatales, para que comparezcan y rindan informes “bajo protesta de decir verdad”.
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