Roma, It.-
Ante el pleno de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el presidente Enrique Peña Nieto sostuvo que sí es posible reducir la pobreza extrema y la desnutrición de manera acelerada, sustancial y sostenida.
Afirmó que para lograrlo es imprescindible que haya voluntad política, una clara identificación de la población objetivo, y una estrategia integral que sume recursos y acciones.
Durante su participación en la Sesión Especial previa a la Clausura de la Conferencia Anual de la FAO, en la que fue recibido con el presidente colombiano Juan Manuel Santos, afirmó que esta generación “puede y debe” ser la que acabe con el hambre mundial.
“Lanzamos esta iniciativa (de la Cruzada Nacional contra el Hambre) a principios de 2013, reconociendo algo que pocos o casi nadie se había atrevido a aceptar, que en México había más de siete millones de personas que padecían hambre. Estoy convencido de que sí es posible reducir la pobreza extrema y la desnutrición de manera acelerada, sustancial y sostenida.
“Para lograrlo, es imprescindible que haya voluntad política, una clara identificación de la población objetivo, así como de una estrategia integral que sume recursos y acciones en su favor”, puntualizó.
En el pleno de la sede de la FAO, conocida como “Sala China”, el Presidente recordó que en 2015 concluye el plazo para alcanzar los Objetivos del Desarrollo del Milenio y que para cumplir estas metas, México ha fortalecido las políticas nacionales de desarrollo, mejorando la gestión de gobierno y ampliando la coordinación entre las dependencias federales.
Subrayó que hay avances importantes: “Hemos logrado reducir, a menos de la mitad, el número de personas en condiciones de vida por debajo del umbral de la pobreza, definido por la ONU”, asentó.
Destacó que el programa Prospera atiende a más de 6.1 millones de familias en situación de pobreza extrema para que, una vez superada esta condición, detalló, se integren a la vida productiva de nuestro país.
Además la proporción de niños menores de cinco años que padecía hambre, también ha disminuido de manera significativa, “lo que nos ubica en condiciones para cumplir esta meta”, puntualizó el mandatario.
Agregó que estos logros se han visto reforzados con las políticas de desarrollo social que aplica el gobierno mexicano, particularmente la Cruzada Nacional contra el Hambre, una iniciativa en la que se reconoce —dijo— lo que nadie se había atrevido a reconocer que en México había más de 7 millones de personas que padecían hambre.
Peña Nieto recalcó que para abatir la pobreza y la desnutrición se debe reconocer “que tenemos un problema y asumir el compromiso político de hacerle frente, eso fue, precisamente, lo que hemos hecho en México”.
Apuntó que a dos años y medio de puesta en marcha la Cruzada, 4.3 millones de personas hoy reciben apoyo de al menos uno de los programas de la Cruzada: 4 mil 300 comedores comunitarios atienden diario a más de 430 mil niños, mujeres embarazadas y en lactancia, adultos mayores y personas con discapacidad.
Subrayó que más de 730 mil familias cuentan con la tarjeta Sin Hambre, que les permite adquirir productos básicos a precios preferenciales.
Comentó que adicionalmente, como una iniciativa de cooperación de México con Centroamérica, se lanzó la iniciativa: Mesoamérica Sin Hambre, para hacerle frente a este flagelo.
Este proyecto cuenta con 3 millones de dólares, aportados por México, y donde participan El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá, en una primera etapa. Y en el segundo semestre de 2015 se lanzará en Belice, Colombia, Costa Rica y Dominicana.
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