Cerocahui, Chih.-
Decenas de personas se congregaron esta tarde en la parroquia San Francisco Javier en la comunidad de Cerocahui, Urique en Chihuahua, para conmemorar el primer aniversario de la muerte de los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, así como del guía de turistas Pedro Palma y un joven beisbolista.
La misa inició a las 15:00 horas con una serie de danzas y rituales realizados por la comunidad Rarámuri de la zona y que conocían a ambos sacerdotes. Las campanas también replicaron las de este pueblo, como cientos de todo México.
Después de ello, el obispo de la Diócesis Tarahumara, Juan Manuel González Sandoval, comenzó con la celebración religiosa.
El obispo dijo que se trataba de un día de alegría y de gozo, pero también de tristeza al recordar a los dos sacerdotes de la parroquia San Francisco Javier.
“Este acontecimiento nos hace tener sentimientos encontrados. Por un lado, la alegría, el gozo de tener a dos mártires junto con sus compañeros de nuestra diócesis de Tarahumara, de la Compañía de Jesús y de toda la iglesia. Dos mártires que con toda su sangre quizás no han podido lavar toda la violencia que vive nuestro país, sin embargo, que sí han iniciado un proceso que aún no concluye, pero que sabemos va por buen camino, porque verdaderamente su muerte ha tocado el corazón de todos los mexicanos en todas las clases sociales”, expresó el sacerdote.
Frente a los asistentes, recalcó que la muerte de los dos padres debe hacer reflexionar en el sentido de la propia vida.
“La sangre de estos hermanos nuestros nos motiva a seguir luchando por conquistar la verdadera felicidad, la vida eterna. Son preguntas que todos nos debemos de hacer y que debemos de aprovechar estos momentos porque nuestros hermanos ya descansan en el Corazón de Dios y nosotros seguimos aquí, sin saber qué nos depara el destino”.
Se necesita apertura de otras ideas para recuperar la paz
Por su parte, José Francisco Méndez Alcaraz, socio del Provincial de la Compañía de Jesús en México, dijo que este año, ha sido un tiempo de dolor y de lucha por conseguir justicia.
“De impotencia frente la incapacidad de los gobiernos por generar en diálogo abierto que ayude a construir vías que posibiliten la seguridad real en las diferentes regiones del país”, comentó el padre al final de la misa.
A su vez, aprovechó para agradecer las muestras de solidaridad hacia la Compañía de Jesús durante este año, así como con la diócesis Tarahumara.
Dijo que es importante hacer memoria para dar cuenta de lo vivido, y no perder la esperanza.
“Hacer memoria nos ayuda a recuperar el legado, el mensaje heredado que nos dejaron Javier y Joaquín, quienes son semilla de paz. Sabemos que cada persona que se encuentra en este recinto, tenemos un recuerdo, una experiencia única con Joaquín o con Javier”.
Agregó que hacer memoria de lo ocurrido hace un año, los lleva a mirar una realidad dolorosa a nivel nacional, una situación de violencia generalizada que afecta a miles de familias.
“Recordamos que son ya más de 111 mil personas desaparecidas en el país y que los homicidios van en aumento. Hacer memoria es buscar la justicia, la justicia cristiana nunca será la venganza, por eso cuando en marzo fue encontrado el victimario de los hermanos, lamentamos profundamente el hecho y públicamente comunicamos que eso no era la justicia y tampoco una solución del problema estructural de violencia en la Sierra Tarahumara y en el país”.
En ese sentido, dijo que justicia hubiese sido detener y poner a disposición de las autoridades a quien cometió el crimen de los sacerdotes, que se terminaran los negocios de las economías criminarles y que ya no corra más sangre en la Sierra Tarahumara, para que así las personas dejen de tener miedo.
“Hacer memoria es reconstruir el tejido social, el miedo que impera en el territorio nacional a causa de los grupos criminales nos está llevando a encerrarnos a recluirnos en nuestras casas y familias, a romper o a no iniciar relaciones con nuestros propios vecinos. Esto generar un mayor ambiente de inseguridad”.
Pidió recuperar la confianza, la comunicación y abrirse al diálogo, ya que aseguró, México necesita de la apertura de otras ideas y de un diálogo nacional que genere posibilidades de paz.
Antes de iniciar la misa en todo el país se replicaron las campanas como una forma de solidaridad y homenaje a los padres Joaquín Mora y Javier Campos.
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— Compañía de Jesús en México (@Jesuitas_Mexico) June 20, 2023