Llantas usadas, cascajo, plásticos, desperdicios y hasta cadáveres son algunas de las cosas que la gente suele tirar en el suelo de conservación de la ciudad, que ocupa más de la mitad del territorio.
La razón es la falta de una cultura ambiental entre los capitalinos quienes minimizan el valor de estas zonas, aseguró Eliseo Moyao Morales, director general de la Comisión de Recursos Naturales (Corena). “El problema de que las personas usen el suelo de conservación como basurero es grave, independientemente del tipo de residuos”.
Sin embargo, los neumáticos son de los materiales más peligrosos por su difícil degradación y facilidad de convertirse en combustibles para los incendios forestales; además, favorecen la proliferación de fauna nociva y el deterioro del paisaje.
Por ello, como parte de las acciones para limpiar las zonas de conservación, la Corena arrancó las jornadas de recolección y acopio de llantas usadas y de desecho para su reciclaje en la industria hulera, con quienes suscribieron un convenio en el que participan además las secretarías de Obras y Servicios y Medio Ambiente.
De acuerdo con la Cámara Nacional de la Industria Hulera, hasta 2002, en México se generaban 25 millones de llantas al año, de las cuales casi una cuarta parte se destinan al Distrito Federal; 4 millones 355 mil neumáticos “tienen un tratamiento inadecuado” ya que sólo 19% del total se recolecta y se dispone de 5%.
En las jornadas de acopio que iniciaron en Xochimilco, participan 14 brigadas en nueve comunidades entre las que se encuentran San Luis Tlaxialtemalco, Santa Cecilia Tepetlapa y Santiago Tulyehualco.
Cualquier habitante podrá depositar sus neumáticos usados en los 18 centros destinados para ello en distintos puntos.
La intención de la Corena es ampliar estos grupos al resto de las delegaciones con suelo de conservación tales como: Magdalena Contreras, Milpa Alta, Cuajimalpa, Álvaro Obregón, Tláhuac y Tlalpan.
“Las personas deben darse cuenta de la importancia que tiene el suelo de conservación para la vida humana en la ciudad” exhortó el director de la Corena, Eliseo Moyao, toda vez de que esas zonas permiten la filtración del agua al subsuelo y ayudan a la regulación del clima. “Si no tomamos conciencia, la población padecerá los efectos”.
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