Un video en poder de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) muestra cómo se alteró y dañó la escena del ataque con granadas la noche del pasado 15 de septiembre.
La filmación capta desde un hombre detenido y de quien aparentemente se disputaron su custodia policías locales –hecho del cual no hay hasta hoy un sólo reporte oficial— hasta movimientos de varios sujetos sospechosos, y de los cuales los fiscales federales investigan ya su identidad.
La grabación que dura aproximadamente 15 minutos, muestra como luego de la primera detonación en la Plaza Melchor Ocampo, situada frente al balcón del Palacio de Gobierno, donde se encontraba el gobernador Leonel Godoy, policías, paramédicos, civiles y hasta funcionarios estatales penetraron a la zona del estallido sin ninguna precaución.
La actuación de los policías y cuerpos de auxilio, calificada como “lamentable” por los investigadores federales, llegó al extremo cuando dos agentes del Grupo de Operaciones Especiales (GOES) se lavaron las manos con un refresco a escasos centímetros de donde se encontraron los restos de una granada, y uno de ellos tiró en el lugar el envase o bote del líquido.
A pesar de la detonación y los destrozos y heridos que causó inmediatamente, sólo hasta pasados los 20 minutos del atentado aparece en el video el director de Seguridad Pública del estado, Mario Bautista.
El jefe policiaco dialogó con otro hombre y es cuando decide preservar el lugar de los hechos, que hasta ese momento era invadido sin precaución por cualquier persona, incluidos los jefes de prensa de la procuraduría del estado, Jonathán Arredondo, y de Seguridad Pública, Marco Antonio Duarte.
Los hechos filmados que más preocupan a los fiscales federales son los que se observa a al menos seis policías vestidos de negro, dos de ellos sin logotipos en sus uniformes, que tienen a un hombre detenido junto a la plataforma de un trailer. Uno de los policías, que usan uniformes sin logotipos, que es calvo y gordo, parece manotear y discutir con uno de los oficiales que tienen detenido a un hombre de camisa blanca.
Hasta el momento, la Procuraduría General de Justicia de Michoacán (PGJM) no ha dado un informe oficial sobre este detenido. La escena de esa captura se pierde, ya que el camarógrafo hace un paneo y se concentra en el lugar donde están los heridos.
Se registró también en el lugar la actividad y los rostros de varios sujetos que para los fiscales aparecen como “sospechosos”. Por ejemplo, un hombre que porta aparentemente el uniforme de policía y usa guantes quirúrgicos. Nunca se le ve realizar alguna acción de auxilio, pero en un momento dado se le observa que intercambió palabras con otro hombre que está a sus espaldas, justo después ambos se pierden entre la multitud.
La videograbación muestra como otro oficial que usa guantes recoge un objeto redondo sin que se aprecie de lo que se trata. Igual, una mujer vestida con chamarra rosa entra y sale de la escena sin que alguien le diga absolutamente nada.
Algo que irritó a los fiscales federales fue el hecho de que dos oficiales del GOES, el grupo policiaco de elite en el estado, toman un refresco y lo destapan en el lugar para lavarse con el líquido. Ambos, se dan tiempo para voltear a la cámara y terminar su acción antes de tirar en el lugar el envase que contenía el refresco.
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