El atentado del 15 de septiembre sumó a la octava víctima, con la muerte de un menor que no pudo sobreponerse, pese a la atención recibida en el Hospital Infantil. El estallamiento de vísceras y dos paros cardiacos terminaron por quitarle la vida a Ángel Uriel Herrera García, de 13 años.
Este sábado por la mañana, el deceso del menor causó conmoción entre la gente que se encontraba en el Centro Histórico de la capital michoacana, justo donde ocurrieron las explosiones.
Las personas expresaron su condena y repudio contra los grupos de narcotraficantes que operan en la ciudad.
El menor de 13 años murió ayer en el Hospital Infantil, luego de cinco días de que los médicos del nosocomio —operado por los servicios de Salud de la entidad— realizaran esfuerzos por salvarle la vida.
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