Monterrey, Nuevo León
A mi hija ya la entregamos a Dios; pero esto no termina, aquí empieza algo, la exigencia de que se haga justicia, expresó Gerardo Martínez Bautista, el padre de Yolanda Martínez Cadena, en un breve mensaje durante la misa de cuerpo presente que se realizó la mañana de este domingo en las Capillas del Carmen de avenida Constitución al suroeste del primer cuadro de la ciudad.
Asimismo, en entrevista posterior al servicio religioso, reiteró que la muerte de su hija fue por feminicidio, con la inyección de sustancias tóxicas o medicamentos que le inyectaron y no fue suicidio como sostiene la Fiscalía.
Advirtió que a él no le van a jugar el dedo (en la boca), porque “yo no soy su payaso como otras personas” y realizó sus propias pesquisas al margen de la autoridad.
Y ahora corresponde tomar acciones a la Fiscalía, mientras que a él se le seguirá viendo ante los medios de comunicación para que se haga justicia, porque se tiene que lograr la detención de las personas que privaron de la vida a su hija, a quien, según comentó el sábado, privaron ilegalmente de la libertad, la mantuvieron en cautiverio donde la maltrataron físicamente y quizá también agredieron sexualmente, para después privarla de la vida con siete sustancias tóxicas, drogas o medicamentos.
Si bien reconoció que tiene las puertas abiertas en una y otra parte, advirtió, “el señor gobernador (Samuel García Sepúlveda ) y la Fiscalía, saben bien que aquí voy a seguir poniéndoles gorro”, exigiendo la aprehensión y castigo a los responsables.
El padre de Yolanda comentó que él sabía que a su hija la habían sepultado en algún lugar, y que nunca la iba a encontrar, por eso él pidió en un momento clave que se activara el ofrecimiento de una recompensa de cien mil pesos a quien proporcionara información para localizarla.
“Esa estrategia me resultó, ellos (los feminicidas), tuvieron que sacar el cuerpo para ganar un dinero extra, alguien la tenía que encontrar”, dijo Martínez Bautista.
Previamente a la ceremonia luctuosa, que tuvo lugar una semana después que los restos de Yolanda en avanzado estado de descomposición, fueron localizados de casualidad por una mujer que recolectaba leña en un predio enmontado de la colonia Los Huertos, en el municipio de Juárez, Nuevo León, don Gerardo, expresó “mi hija ya la entregamos a Dios, ella está ya en el lugar que le corresponde”.
Pero asentó, “esto no termina aquí porque apenas empieza algo, (la exigencia) es que se haga justicia con la ley del hombre, porque nosotros, no somos nadie para juzgar, nada más Dios, y por lo mismo, no tenemos ningún derecho de arrebatar vidas”.
Entonces expuso, “yo les pido de la manera más atenta a las personas que me dañaron, que tengan ese gran valor, de entregarse a las autoridades, por haber sobrepasado la línea que corresponde poner al Señor.
Los restos de Yolanda fueron entregados el sábado a la familia, y a partir de las tres de la tarde se realizó la ceremonia de velación en las Capillas del Carmen de avenida Constitución, al suroeste del primer cuadro del centro de Monterrey.
Este domingo después de una misa que inició a las diez de la mañana, partió el cortejo fúnebre al panteón Los Pinos, del municipio de Juárez, para dar cristiana sepultura a la joven de 26 años de edad, que fue reportada como desaparecida el 31 de marzo, y fue localizada sin vida el 8 de mayo por la tarde.
Comentó don Gerardo que escogió para el sepulcro de Yolanda un panteón que le queda relativamente lejos de su casa, porque le gusta mucho caminar, y acudirá los domingos o cualquier otro día entre semana para ir a platicar con ella, como en una convivencia familiar.