Cd. de México.-
¿Los robots llegarán a tener sentimientos?, El titular del laboratorio de Biorobótica de la Facultad de Ingieneria (FI) de la UNAM, Jesús Savage Carmona, habló sobre la relación emocional que existirá entre robots y humanos en un futuro, así como la evolución y los cambios tecnológicos que esto podría propiciar.
En diversas ocasiones hemos escuchado la frase “la realidad supera la ficción”, ya sea en películas o en temas relacionados con la tecnología pero ¿Qué tanto sabemos sobre la colaboración entre la inteligencia humana y la artificial?
El ingeniero Savage Carmona explicó que la relación emocional entre humanos y robots será posible sólo sí los sistemas tecnológicos de las entidades virtuales, evolucionan y se vuelven más complejos, puesto que así serán más conscientes al manifestar algo muy parecido a las emociones.
“Sólo podremos considerar este acercamiento cuando tengamos y definamos cómo ‘llevar’ esa ‘conciencia’ y qué sitio cerebral se activa para indicar que un ente es ‘consciente’; creo que lo vamos a hacer, no quiero predecir, pero puede llevar 30 años, 100 años, no lo sé”, afirmó el especialista.
De acuerdo con un comunicado, el ingeniero detalló que actualmente se sugiere que ya existen parejas conformadas por robots y humanos en el continente asiático. A este respecto, el académico aseguro que esa clase de vínculo no es posible, ya que sin importar que los autómatas tienen características similares a como se conduce un individuo, este no deja de ser sistematizado y artificial.
“Desafortunadamente se ha extrapolado la información sobre lo que ocurre, ha habido casos de robots como ‘Sofía’ que hasta le fue otorgada la nacionalidad en Arabia Saudita, incluso cuenta con pasaporte para viajar, pero en realidad la robot no tiene conciencia, es un autómata, que aun con cierta autonomía, alguien controla”, explicó Jesús Savage.
El especialista añadió que atribuirle un carácter humano a lo tecnológico podría relacionarse con las creencias de las culturas orientales, como ocurre en Japón, región en la que se cree que los objetos tienen alma, por ejemplo las lámparas.
Pese a que las creencias orientales nos pueden parecer lejanas, en realidad están más cerca de lo que creemos. Tal es el caso del desarrollo de juegos tecnológicos como los tamagotchis, un producto comercializado con características realistas; se trata de mascotas virtuales a las que cuidar, proveyéndolas de alimento, cuidados y atención.
Otro ejemplo, más reciente, es la creación de bocinas inteligentes que proporcionan información exacta sobre cualquier tema que le sea consultado.
“Existe una cierta familiaridad atribuida a los objetos, aunque no de manera generalizada, lo podemos corroborar con los asistentes virtuales inteligentes como ‘Alexa’ y ‘Siri’, o el ayudante de Google, que la gente les comienza a tomar afecto, incluso les hablan con cierta entonación”.
Aunque la tecnología puede ser funcional para el humano y facilitar la vida, el especialista considera que con estas herramientas, el afecto y la interacción humana es lo que realmente se está perdiendo.
¿Los robots remplazarán a los humanos?
El experto reconoció que es un hecho que, en los últimos años, actualmente el uso de los robots industriales se ha acelerado en todo el mundo (126 robots por cada 10 mil empleados, los robots controlarán el mundo, como se ha tendido a creer.
Lo que ocurrirá –vaticinó- es que la colaboración entre “maquinas” y humanos sea más estrecha, como nunca antes. Esta interacción ya es visible en los países más automatizados, como son Corea del Sur, Singapur, Japón, Alemania y Suecia.