León, Gto. / Nov. 29
Los tostoncitos que los feligreses depositan en los cestos de mimbre que pasan los sacristena de las iglesias no alcanzan a sumar ni 100 pesos en cada misa, señalan las encargadas de recoger la limosna.
De igual manera, remarcan las entrevistadas, la alcancía que recaba fondos para el arreglo de las bancas de los templos no logra la convocatoria necesaria de los fieles.
Reconocen que la gente no tiene dinero y que la crisis financiera ya impactó a la Iglesia católica, institución religiosa que reúne a 89% de los mexicanos, por lo que este credo ha tenido que recurrir a medidas de austeridad para continuar con sus actividades.
Éste es el reflejo de lo que sucede en el país. Por lo menos en Chiapas, Durango, Querétaro y Yucatán, EL UNIVERSAL constató la sensible disminución de las aportaciones que los creyentes hacían a los templos.
A mayor carestía, menor diezmo
Clérigos y cristianos consultados por este diario coinciden en que a mayor inestabilidad en el gasto familiar y más compromisos (deudas), menor es el respaldo económico a la Iglesia.
“¿Si las personas no tienen dinero, de dónde van a sacar recursos”, justificó el presidente de la pastoral social de la diócesis de León, Guanajuato, Eduardo Contreras y hace notar que en el templo de San Pío X, a su cargo, el cual se ubica en la zona residencial de León Moderno, las aportaciones de los parroquianos disminuyeron hasta 30%.
Víctor Manuel Solís, vocero de la arquidiócesis de Durango, aceptó que la crisis económica afecta la economía de las parroquias, porque “muchos feligreses tienen las bolsas completamente vacías y apenas les alcanza para solventar lo elemental de la vida”.
Generosos en tiempo de crisis
Sin embargo, aseguró que en tiempo de crisis hay personas que son más generosas.
En Yucatán, el rector de la catedral de Mérida, Roberto Cuéllar Portillo, señaló que el clero está consciente de los problemas financieros de la población, por lo que ha recomendado ser mas cuidadoso en el uso y la aplicación de sus salarios.
Hay que priorizar y ser más educados y eficientes en el manejo de nuestro dinero, precisó el sacerdote.
Explicó que la crisis doméstica es entendible, por lo que no hay una exigencia.
Servicios religiosos
sin descuento
El párroco de la catedral de San Marcos, en Chiapas, Antonio Dávalos, admitió que “las aportaciones que realiza la grey son actos voluntarios y con lo que puede dar cada quien”. No obstante, los servicios religiosos como bodas, bautizos y primeras comuniones, no han variado de costo.
“La gente se sigue casando y bautizando a los hijos, pese a los problemas económicos”, refirió una de las asistentes a la catedral.
A las colectas dominicales se suma la anual, donde se aporta el diezmo de las ganancias obtenidas; la de Cáritas, para contribuir en los fondos de El Vaticano, y la de honor a San Pedro, destinada al resguardo de los Santos Lugares en Jerusalén.
Enclenques y débiles de fe
El obispo de Querétaro, Mario de Gasperín Gasperín, calificó de “enclenques y débiles de fe” a los católicos que no profesan su religión de manera integral.
“El 80% de los mexicanos son católicos, pero la mayoría practica la frase de ‘voy a la iglesia cuando me place’, además de que realiza una interpretación individualista de lo que significa el catolicismo”, explica Gasperín Gasperín.
Afirmó que todo católico debe entregar el diezmo y pidió que nadie se quede sin cumplir con el deber de sostener a su Iglesia para que cumpla con su misión de anunciar el Evangelio.
El obispo de Querétaro aclaró que “nadie puede eximirse, ni eximir a los fieles de esta obligación, que es grave y que permanece mientras no se cumpla”.
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