De regreso al fútbol mexicano, años después de partir como el chico maravilla, de Guadalajara hasta Manchester, pasando por España, Alemania, Inglaterra y Estados Unidos; Javier Hernández Balcázar, de cara amable, pero convicción profunda, logró traspasar las fronteras y triunfar en el complicado mundo de los delanteros.
Por años se fantaseó con el regreso de un grande como “Chicharito”, desde Chivas hasta los equipos regios, normalmente en cada mercado de pases se podía pensar en el regreso de un delantero que atrae mediáticamente, si bien ha tenido lesiones de consideración en los últimos tiempos, contar un delantero cuyo peso mediático es equiparable al que tiene en cancha, pareciera conveniente.
Ser compañero de figuras mundiales debió ser un aprendizaje impresionante, la calidad de pases recibidos, remates de jugadas iniciadas por históricos, el ritmo de juego, partidos de alto nivel, bajo la presión más alta y con experiencias que para cualquier otro mortal sería difícil experimentar.
La figura de Javier es algo que para el grueso de los futbolistas aztecas será casi imposible alcanzar, solo leyendas de la talla de Hugo Sánchez, Rafa Márquez se elevan por niveles que llegan al Olimpo del balompié mundial.
De esa figura, que dentro del campo causaba sensaciones aun con remates con la nariz, ya solo tenemos a un ser humano que ha buscado reinventarse, tener coaches de vida y ha pasado de ser el goleador, por ser el youtuber empresario que expresa lo que siente, dice lo que piensa, y tiene una respuesta regularmente con un toque de hostilidad.
La vida va formando a los seres humanos, las experiencias, las dificultades van moldeando el carácter, el como reaccionamos, y para Javier, en los últimos años se ha dado más a conocer por sus programas en línea, relaciones personales y opiniones. En lo futbolístico desgraciadamente el cuerpo le ha jugado malas pasadas últimamente, la calidad se mantiene, pero sus piernas no parecen seguir el paso de su mente sagaz, por lo que ahora llega en sus últimos suspiros deportivos a jugar al equipo que lo vio nacer, que lo proyectó, y al que ahora podrá darle las que podrían ser las últimas pinceladas de un gran futbolista.
Pareciera que Hernández tría guardados ciertos rencores desde que salió de México, y si bien no soy fan de muchas opiniones de los profesionales del micrófono, sus entrevistas con Faitelson y Toño Moreno denotan una molestia, mas que un ser liberado por la meditación, y vaya que no hablo de si tiene o no tiene razón, pero el tono y la cara de Javier muestran que aparte de la revancha en el campo, viene con todo y contra todo el que se le atraviese en un rectángulo verde, pero sobre todo frente a un micrófono.
Falta poco para su regreso a las canchas, las lesiones parecen haberle dado tregua, justo para encajar en un Chivas que requiere a un goleador, uno de estirpe y prosapia para llevar a los de Jalisco a llegar más allá de una semifinal.
El gol es escaso en el mundo, lo hecho por Javier no se quita, lo dicho…tampoco, habrá diversión en la vida y en la cancha como dicen en Monterrey.
¡Saludos desde el sillón!