La Secretaría de Educación Pública al mando de Josefina Vázquez Mota, persona muy allegada al presidente, Felipe Calderón Hinojosa; DOÑA Elba Esther Gordillo Morales, líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, ambas acompañadas del secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño Terrazo; protagonizaron una alianza contra “el amiguismo” y “compadrazgo” para la entrega de plazas docentes.
Una verdadera fotografía que pasará a la historia, ver juntos a dichos funcionarios gubernamentales y sindicales, con el fino propósito de evitar corrupciones al momento de la entrega de exámenes y vender al mejor postor la educación de los mexicanos.
Si me hubieran preguntado: ¿Dime en breves palabras, lo primero que se te viene a la mente en esa imagen? No dudaría en decir: “La fábula del alacrán y la rana”, consistente en:
“Una mañana, el alacrán le pide a una rana ayuda para cruzar el río. Ésta le dice que no por que la picará y morirá en consecuencia, pero después de una larga discusión, él la convence de que no le va hacer nada. Ella accede y en medio del camino, el arácnido la pica. Cuando moribunda, la rana le pregunta ¿por qué?, el alacrán solo le responde: “LO SIENTO NO LO PUDE EVITAR, ESTÁ EN MI NATURALEZA”, minutos después la RANA MUERE.”
No es que DOÑA Elba Esther Gordillo Morales o el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación sean malos, está en su propia naturaleza la corrupción, la llevan en la sangre. No es posible que la corrupción misma representada o encarnada en DOÑA Elba Esther, se atreva a decir: “Este es el primer paso para acabar con los amiguismos y cacicazgos” por favor, jajaja, es de risa; no puede evitar la corrupción es parte de ella, es parte de su naturaleza, el traicionar, tal como lo hizo el ALACRÁN con la RANA, no me gustaría contestarme, en este caso: ¿Quién es la rana?, porque los mexicanos saldríamos perdiendo.
Recordar al SNTE o a DOÑA Elba Esther, es pensar en Carlos Jonguitud Barrios; aquel líder de maestros, tutor de la señora Gordillo Morales, dicho personaje que duró en el poder más de 14 años, hasta que llegó Carlos Salinas de Gortari en 1989 y le quitó el mando para posicionar a la Señora Gordillo Morales; no podemos pedirle mucho a la señora, lo lleva en la sangre, está en su naturaleza.
¿Acaso México necesita de un loco en el gobierno? Como Carlos Salinas de Gortari, para acabar con un líder sindical. ¿O debemos seguir esperando? El sindicalismo no fue creado para que algunos se hagan millonarios; no se puede permitir esos vicios, estamos en 2008 no en el siglo pasado, en donde los líderes hacían de las suyas.
*Presidente del Colegio de Abogados en Derecho del Trabajo A.C.
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