Matamoros, Tamps./Dic. 10
Un nuevo recorte de 10 millones de pesos a la partida que la federación otorga al gobierno local obligará a establecer una política de austeridad con ajuste de personal y reducción de gastos corrientes que serán reforzadas por el gobierno municipal de Matamoros el próximo año.
Erick Silva Santos, alcalde de Matamoros, señaló que es una política que está estrangulando no sólo a la localidad sino a todos los municipios, pues el recorte estipulado por Hacienda crea una grave situación financiera en las entidades municipales, las cuales estarán obligadas a mantener una política sumamente austera.
En tan sólo cuatro meses el gobierno municipal ha perdido una suma acumulada de 31 millones de pesos, lo cual representa prácticamente una aportación mensual de recursos federales al municipio de Matamoros.
“Estamos en un período recesivo tremendo y en el marco de este nuevo recorte tendremos que aprobar el nuevo presupuesto de egresos en el municipio, lamentamos que en lugar de fortalecer el federalismo hacendario, vemos que las participaciones han ido disminuyendo, por lo que tendremos que aplicar un plan de austeridad de urgencia”, destacó.
Con este último recorte al presupuesto correspondiente en este mes, no se pone en peligro los salarios y los aguinaldos de este año, pero sí requiere que en 2009 se controle de manera más estricta el gasto y evitar por tanto, alguna situación que ponga en riesgo la obra social.
“Será a partir del mes de enero cuando venga otro recorte de personal, una reducción en los gastos de combustible, uso racional de los teléfonos, papelería y de la energía eléctrica en todas las dependencias y obviamente hacer más con menos y mejor”, expresó el edil.
Asimismo, afirmó que no va a sacrificar ni un centavo lo que tenga que otorgar en obra pública y programas sociales, teniendo que apretar el cinturón dentro de su gobierno para cumplir cabalmente las expectativas.
Por último, recalcó que el recorte es una cosa alarmante que está ahogando a los municipios. En lugar de llegarles un peso, llegan 60 centavos, ante lo cual no se puede hacer nada, sólo tener la esperanza de que la situación económica en el país se mejore y tomar medidas de austeridad para garantizar que cada peso sea un gasto rentable para la población.
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