México, D.F. / Dic. 11
Es simplemente una coincidencia. Primos, vecinos, Yayo y Chepo pasaron su niñez en la misma cuadra. Una casa pegada a la otra. Compartieron llanos en la Perla de Occidente y juntos participaron en la final de 1986-87, en la que catapultaron a las Chivas al título. Eduardo y José Manuel derrotaron a Cruz Azul en la final, con dos goles del primero en el juego decisivo.
Hoy, ambos se vuelven a encontrar en una final, 21 años después; ahora serán rivales.
Eduardo de la Torre, como vicepresidente deportivo de Cruz Azul, equipo al que victimó hace dos décadas; José Manuel de la Torre, en su calidad de director técnico del Toluca, quien pretenderá mantener su jetatura sobre los cementeros.
“Desde que nacimos vivimos juntos, una casa al lado de la otra. Él es más chico que yo, pero convivimos mucho en ese tiempo. Juntos jugamos en un equipo (Chivas) y después cada quien en su carrera. Tenemos comunicación de vez en cuando, pero hay una gran relación”, comparte Yayo, previo a la final del futbol mexicano, cuya primera parte se disputará este jueves.
“Vivimos 27 años, uno al lado de otro. Bueno, menos, porque él se fue a otro equipo; pero éramos vecinos en Guadalajara. Creo que la única coincidencia es que le damos mucho valor al trabajo diario en la cancha, y a la honestidad y a la seriedad. Eso nos viene de familia”, presume el vicepresidente azul.
“Se ve que ha hecho un gran trabajo y es reconfortante tenerlo enfrente en estas instancias, en las que ya se habla de éxito. A final de cuentas es Cruz Azul y es Toluca. Hay una necesidad grande de las dos instituciones y listo. Ya lo particular queda un poco de lado”, expresa el dirigente celeste.
Concentrados, cada uno con su equipo, ni siquiera se han buscado a lo largo de la fiesta grande. “En toda la Liguilla no hemos hablado. Tuvimos por ahí una comida antes de iniciarla. Después cada quien se mete en su trabajo y más él como técnico, entonces ahí queda”, comenta El Yayo.
No existen apuestas ni nada por el estilo.
— ¿Ni siquiera alguna cena?
— Eso es muy natural de mi parte y creo que de él también —esclarece De la Torre.
No es muy bueno para las anécdotas, dado que los recuerdos se agolpan en su mente y sólo parecen aflorar en compañía de los seres queridos.
“La verdad es que no me acuerdo, pero compartimos muchos momentos juntos. Aquella época en Guadalajara, donde yo desarrollé toda mi carrera deportiva”, comparte.
Así, uno dirigente, el otro entrenador, rivales después de 20 años, cuando coincidieron en el Rebaño, uno como delantero (Yayo) y el otro como volante creativo (Chepo).
Entre tantas historias y anécdotas, Gerardo Torrado prefiere enfocar sus pilas al aspecto deportivo. Y en el análisis encuentra al mediocampista rojo, Antonio Naelson Sinha, como el hombre a vencer.
“Es un gran jugador, talentoso. Gran parte del funcionamiento ofensivo atraviesa por él. No digo que sea todo el Toluca, pero gran parte de la ofensiva pasa por sus piernas. Entonces hay que estar al pendiente de él, tenerlo siempre de frente y cerca, para no dejarlo maniobrar”, opina Torrado.
Y en la retaguardia azul, la solución está entre Alejandro Castro y Emilio Hassán Viades.
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