México, D.F. / Dic. 11
La Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en México manifestó su rechazo ante cualquier medida que pretenda reinstaurar la pena de muerte en nuestro país porque, mientras no se avance en la lucha contra la impunidad, no solucionaría el problema de inseguridad pública.
Además, destacó que en caso de volver a establecer la pena capital en la Constitución, México incumpliría con sus obligaciones internacionales en la materia.
Liliana Valiña, representante adjunta de dicha oficina en México, señaló: “comprendemos la situación de las personas que sufren y se sienten un poco arrinconadas frente a la inseguridad que provoca esta violencia y el crimen organizado, pero al mismo tiempo no hay que olvidar que las soluciones deben ser integrales”.
En entrevista con EL UNIVERSAL Televisión, indicó que para lograr esa solución integral se deben resolver los problemas que impiden a las instituciones actuar con mayor eficiencia para que las víctimas de la delincuencia puedan acceder a la justicia y los responsables de los crímenes sean juzgados y sancionados.
“Mientras no se haya avanzado realmente en esos temas, evidentemente temas de penas fuertes, de la pena de muerte, no van a tener mayor impacto, porque a quién se la van a aplicar si muchas de los responsables ni acceden a la justicia. Es un falso dilema, se buscan soluciones que en el corto plazo no podrán tener ningún impacto”, manifestó.
Valiña dijo que por fortuna México ha ratificado tratados internacionales que prohiben la pena de muerte, así como volver a incluirla en su legislación “y por lo tanto también violaría una obligación internacional”.
Reiteró que la pena de muerte “no sería la solución porque, mientras no se atiendan los verdaderos problemas, las víctimas seguirían bajo amenaza y seguirían siendo vulnerables ante la inseguridad”.
En el marco del Día Internacional de los Derechos Humanos y del 60 Aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la representante adjunta de dicha oficina en México mencionó que hay varios obstáculos que impiden a los países avanzar en el respeto a los derechos humanos.
Dijo que aún y cuando hay voluntad política, existen obstáculos como el desconocimiento de los derechos humanos, la discriminación, la corrupción y la impunidad.
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