Lo que pasó hoy en la Ciudad de México ¡no tiene nombre! Bueno sí lo tiene, los que no tienen madre son quienes han cometido un atraco a las garantías individuales para poder ejercer en la Plaza México a los profesionales, llámese empresarios, ganaderos, toreros de oro y plata, rejoneadores, forcados, mulilleros, areneros, taquilleros y un sinfín de gente que participa, desde el campo, para dar una corrida de toros.
Estamos en pleno siglo XXI siendo gobernados por gente caprichosa, inepta e incapaz de llevar sana y pacíficamente las riendas de un país; atorados todavía en una pandemia (ya endemia) que no se supo tratar a tiempo como se debía; con una población castigada económicamente por la misma y, ¿qué pasa?, que en lugar de darles nuevamente su trabajo para recuperarse de dos castigados años, se les quita su fuente de ingresos, en este caso a la gente ‘del toro’, por una decisión absurda de un juez federal que suspende, por tiempo indefinido, toda actividad taurina en la Plaza México.
¿En qué mundo creen que viven los p… rotagónicos que proponen cambiar las leyes constitucionales y con qué g… anas, este juez los ampara?
Muchas veces se ha dicho, fuerte y quedito a los antis y animalistas subencionados: ‘Si no les gusta, no vayan’, ¡pero dejen de estarse metiendo con nuestra fiesta!
Pero hoy no son solamente ellos, sino que se han valido de llegar hasta los Congresos de los estados a reclamar a los diputados por algo que no les pertenece: mi manera de pensar, mi voluntad, mi creencia, mi gusto de ser (en el caso muy particular de quien lo lee, torero, ganadero, periodista, empresario, aficionado, etcétera) y aprovechándose de la ineptitud, protagonismo y momento político de quienes legislan, les han dado entrada a algo que no debía ser desde el principio.
Urge que nuestros defensores en la política y las leyes se apliquen y resuelvan de una vez por todas esta situación, pues en tanto, hay cientos, miles de paisanos nuestros que pierden su trabajo o dejan de llevar el sustento a su hogar a causa de estos irresponsables, unos en las calles protestando y otros cómodamente desde la curul.
Los animalistas se equivocan al navegar con su bandera de la supuesta crueldad y el mal trato que se les da, según ellos, a los toros en el ruedo. Nunca han aceptado el debate en el campo, ni conocer la vida del toro en las ganaderías.
Estas Generaciones de Cristal, los de la llamada Generación Z o posmilenial, no tienen ni p…izca idea de lo que es la fiesta brava, sus orígenes, su significado, su aportación a la economía del país, pero ya andan ahí divulgando falsedades que solo ellos se creen porque lo leen en la tableta o en su smartphone, creyéndose además, como irresponsables que son, que son líderes de la sociedad o los mal llamados ‘youtubers’, que hoy en día llegan con facilidad a los Congresos y a los gobiernos de los estados.
Es tiempo de que los profesionales hagamos valer nuestro derecho y respeto como tales, de manera civilizada, evitando que se siga mal informando a la sociedad y haciéndoles creer que ellos, los antis, son los dueños de la verdad.
Urge que, con sensatez, los magistrados pongan a funcionar la materia gris y no se dejen intimidar, doblegar o manipular por gente sin cerebro que, provistos de carteles sangrientos, intentan tocar las fibras de quienes deben estar del lado de la justicia recta e incorrupta.
Sí estoy de acuerdo en que existan grupos que vean por los perros y gatos callejeros, que haya refugios en donde tenerlos temporalmente y que reciban patrocinios para su solventar su alimentación.
Estoy de acuerdo que se les busque un hogar a las mascotas dónde vivir y que haya mucha gente que los adopte, pero por favor, meterse en terrenos del toro es otra cosa ¡muy seria y muy brava!
Por hoy es todo. Hasta la próxima….
@martinbanda