Lo divertido de cubrir Deportes en la capital de Nuevo León es que nunca tienes una semana aburrida, siempre hay algo de qué hablar.
Durante los últimos días los equipos regiomontanos han dado muchísimo de qué hablar: por los rumbos de Guadalupe se trajeron a un histórico del futbol mundial pero, en la práctica, parece que aún no saben si lo van a usar nada más en los juegos como local.
Para los que siguen a la raya lo único que importa es que Ramos ya se estrenó en la liga con un gol anotado a una defensa que es una calamidad, a nadie le preocupa que directiva y técnico no se ponen de acuerdo respecto a la condición física de su nueva estrella.
Primero nos dijeron que venía con una condición envidiable, que era casi casi una bestia… para luego asegurar que no viajó a Mazatlán porque apenas se está aclimatando, que estuvo meses parado, que necesita agarrar ritmo.
Ahora sí que ¿quién los entiende?
Por supuesto que nada de eso importa, el estadio está lleno como hace mucho no sucedía y si la raza sabe que va a ver a Ramos nomás en los juegos en el BBVA ¡pues que ruede la pelota!
Por el lado de San Nicolás ha quedado claro quiénes son los que mandan en el equipo universitario y no, no son los de pantalón largo.
Cepillaron a un técnico que los tenía en el tercer lugar general para precipitarse en poner a una leyenda –ni quién lo dude- en el banquillo del entrenador.
¿No pudieron mandarlo 15 días a las básicas? ¿colocarlo de auxiliar? No, tenía que ser ahora porque el Sindicato tiene prisa.
A este ritmo que nadie se extrañe cuando en unas semanas salga el bonito comunicado dando las gracias a Gerardo Torrado por su entrega con el equipo y anunciando que el francés modelo de la estatua que aún no se devela, pero cuya autoría está en disputa por dos escultores, asume el puesto.
El común denominador entre ambos equipos es que los dos están tomando decisiones que tienen muy contenta a la fanaticada. En la raya no hay nadie que le vea lo malo que hayan traído a un jugador de nivel mundial, aunque tenga 39 años de edad y entre los felinos nadie se enoja porque el Capi es, ahora sí y de manera oficial, la cabeza del equipo.
No quiero ser aguafiestas, pero ambas decisiones son apuestas muy arriesgadas y así como las cosas pueden salir bien, también pueden salir muy pero muy mal.
Me queda claro que en ambos equipos se cumplieron lo que deseaban… solo hay que ver si esos sueños no se convierten en pesadillas.
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