Era el ídolo (a falta de opciones), el goleador, el insignia, el de las chilenas, el que llegó con incertidumbre y se fue como… los desechos, por la puerta de atrás.
No es la primera vez que en la corta era de José Antonio Noriega se cabildea a través de los medios, se falta al respeto a las figuras y se hace caso omiso a la de por sí corta historia de un club cuya fama es tener dinero más que logros en sus vitrinas.
Del ¡Hagámoslo bien! Al desprecio público, tirar por el caño a 2 históricos es por demás cuestionable, más allá del mundo particular de las redes sociales, donde un día todo es basura y al otro también, donde todo es conspiración sin pruebas, pero, sobre todo, donde mucho es ajeno a la realidad; en el mundo real, la historia, los videos, las estadísticas nos muestran que técnicos como Víctor Manuel Vucetich y jugadores como el argentomontano Rogelio Funes Mori, no se encuentran tan fácilmente.
Más que buscar un Gignac, Rayados siempre ha carecido de la capacidad de tener a otro Suazo, el chileno fue un fuera de serie que sabía cómo hacer magia ante las más adversas circunstancias, era más un creativo y a la vez fue un depredador del área, algo que desafortunadamente dejó la vara muy alta para alguien como el mellizo nacionalizado mexicano que llegó en la etapa post Suazo, lo cual hizo que la afición le exigiera que hiciera algo para lo que no estaba preparado a hacer.
Funes Mori venía a suplir a otro goleador, quien aparecía en los momentos de presión, ayudado por Humberto, Aldo Denigris, y vaya que en cuota goleadora supo hacerlo, si bien no tenía la retención de balón, si es Funes Mori un depredador que de la mano de Gerardo Martino hasta un mundial fue a jugar.
Suazo nunca fue sustituido, aunque Dorlan Pabón, el gran colombiano lo intentó hasta cierto punto, pero Aldo sí, de ahí la presión que un sector aficionado de manera ignorante pero punzante siempre tuvo hacia el argentino nacionalizado, pensando que resolvería lo que 2 jugadores lograron por años.
Es triste el desprecio a los pocos ídolos que se tienen, sacarlos por la puerta de atrás de manera desaseada y carente de formas adecuadas, en conferencias de prensa estridentes e innecesarias y por medio de respuestas a medios a modo, para justificar lo hecho.
De Rogelio me quedo con sus goles, que rebasaron al incansable “Chupete”, goles que dieron alegrías, emociones y en contadas ocasiones, campeonatos.
La falta de conexión con la tribuna es uno de los pendientes que deja el hermano mellizo de Ramiro, su personalidad reservada y sobre todo lo que a veces parecía carencia de sangre caliente para tener un mayor impacto en el campo, pero sobre todo fuera de él.
En su descargo, solo en algunos torneos tuvo compañeros que tomaran la rienda del balón y lograran trasladarlo hacia sus botines, brilló mientras tuvo a Cardona, Cardozo, Gargano, Ayoví, “Pato” Sánchez, Dorlan y compañía, sufrió cuando Davino y compañía no supieron contratar mejores socios.
La directiva actual le apuesta a otro corte de jugadores, a limpiar la casa, solo el tiempo dirá si tienen la razón, pero las mismas maneras que están utilizando, un día el tiempo les hará pagar la factura que ahora le cobran a los otrora ídolos; como dice la frase de una famosa serie, “El Norte no olvida” y los regios, tampoco.
El ídolo para algunos, odiado para otros, se va a Pumas al parecer, con el cuerpo técnico que lo arropó aquí, en un equipo necesitado de triunfos y títulos, ganando lo mismo, pero corriendo en un aire distinto, afición distinta y estadio histórico que huele a fracasos recientes.
De Vuce a Funes, súmenle la patada a Denigris ya como auxiliar técnico, la barredora de Noriega comienza a agarrar vuelo, porque así lo desean los de arriba, la renovación, si bien desaseada, se veía venir y ahora solo queda el mismo dilema de siempre, contratar a quien sustituya a tus ídolos, por ahora Fernando Ortiz se quedó corto, veremos el nuevo delantero y demás refuerzos, o ganan algo o la próxima conferencia de prensa podría ser para sustituir al “Tato”, al “Tano” o a quien sea, que una temporada más sin campeonatos no debería ser opción para una institución cuyo mérito es tener dinero, sin saber gastarlo.