El pasado sábado se confirmó en el Coloso de Guadalupe o Estadio BBVA, que el equipo Monterrey juega sin pies ni cabeza, y mucho menos con táctica o estrategia en la cancha.
Salvo Canales, que pone su mejor esfuerzo a lo largo y ancho del terreno de juego, pareciera ser que los demás mediocampistas no entienden al español, o quizás, juegan sin tener un planteamiento definido por el técnico Demichelis, – si es que lo hay -.
Y lo peor que se ha visto, es que un medio campo con cinco y hasta seis elementos echados atrás en su cancha, no pueden cubrir sus terrenos ante los avances de sus rivales, y no tienen la más remota idea de la marca personal o por zonas, y que con facilidad los necaxistas les tocan el balón a su antojo y llegan al área rayada dónde crean oportunidades de peligro ante la portería del Monterrey y de milagro los hidrorayos no consiguieron el empate e incluso la victoria.
Hoy a lo largo del torneo, Rayados es un cuadro muy vulnerable, donde reciben muchos goles derivados de un ineficiente medio campo que no tienen la más mínima idea de defender y contener los avances de los rivales que han enfrentado, incluido el Necaxa que los puso en evidencia y así, no hay defensiva efectiva, al recibir toda la carga ofensiva en cada partido, resultando en goles en contra pues “tanto va el cántaro al agua, hasta que se rompe”.
No es aceptable que no se vea en la cancha la idea o táctica de juego del técnico Demichelis.
El DT argentino no tiene excusa… Jugadores tiene para mostrar su mano o capacidad, y la directiva le ha dado lo que ha pedido. El triunfo fue inmerecido, y todo el segundo tiempo el Necaxa le puso un baile en la cancha al Monterrey, que se llevó 3 puntos circunstanciales.
A Demichelis y a la mayoría de los jugadores rayados les debería dar vergüenza lo que han hecho hasta está jornada del torneo Clausura.
Con lo que ha hecho Demichelis hasta la jornada 5, cualquiera aficionado al futbol que esté como contacto de whatsapp o Facebook haría mucho más de lo que ha hecho Demichelis en Rayados.
Dirigir al once albiazul en la cancha, es de sentido común con el plantel que se tiene.
Hasta el aficionado más suato haría un gran trabajo como técnico del Monterrey, y sin pagarle tantos millones de dólares.
¿Acaso la directiva no ve lo vulnerable y lo mal o pésimo que está jugando el Monterrey, y que tiene a toda su afición sufriendo “con el Jesús en la boca”?
Pero en fin. Veremos qué sucede.
Ojalá y no quieran engañar y tapar el sol con un dedo, y no sean resultadistas y echen las campanas al vuelo por este incierto triunfo.