Apuesta Cruyff por continuidad como cimiento de éxito en Chivas

México, D.F.-
Su compromiso con el Ajax de Holanda es el principal impedimento para que Johan Cruyff pueda estar permanentemente con Chivas. Pero de inmediato acota: “Si pensara que no tengo tiempo, no lo hubiera hecho, en primer lugar”.
Es un hombre que apuesta por la continuidad como cimiento del éxito. Y explica que será él quien tome la decisión de que sea Nacho Ambriz o alguien más el técnico que lleve las riendas del proyecto que ahora dirige. “Debo tener la responsabilidad por la sencilla razón que (Jorge Vergara) me ha pasado el balón”, asevera. Pero, eso sí, Cruyff deja claro que la banca rojiblanca no le interesa. “No, la persona de entrenador ya ha caducado”, remata.
Al terminar su primera conferencia de prensa como integrante del Guadalajara, sale hacia el túnel que lleva a la cancha sintética. Cerca de mil aficionados lo esperan ya en la tribuna. La ovación explota al verlo. Él saluda con la mano en alto. Pide apoyo de los seguidores y abre una sesión para responder a sus inquietudes.
Uno de los seguidores le cuestiona la juventud del atacante Carlos Fierro. Johan Cruyff, sin querer, da una bofetada a la política de no refuerzos implementada por Jorge Vergara desde hace algunos torneos.
“Si uno es bueno, va rápido y lo hemos visto con Messi que desde joven fue al primer equipo. A los 17 años se puede tener calidad, pero no tiene que llevar la responsabilidad, esa es para los mayores, para que ese chico pueda hacer lo suyo sin consecuencias. Por eso usar uno de 17 años, sólo si el otro (experimentado) está en orden”, dictamina.
Al terminar de responder, se pone la camiseta rojiblanca por aclamación. Luego, se acerca a la tribuna. Le acercan bolsas de las que extrae camisetas de Chivas con el “14” en la espalda y debajo el apellido “Cruyff”. Los aficionados luchan por conseguir una de las 50 que regala.
Y ahí, el holandés recibe un recordatorio de la trascendencia temporal que ofrece el futbol: muchos de los presentes no lo vieron jugar; algunos ni siquiera lo vieron dirigir al Barcelona, pero hoy es la esperanza rojiblanca de un futuro mejor.