México, D.F.-
El virus del chikungunya continuará extendiéndose en la región de Centroamérica y el Caribe, puesto que en esta región existen las condiciones para la propagación del virus, por lo que “no será una sorpresa ver más incidencias”, pero México está preparado para enfrentar la enfermedad, aseguró la representante en México de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) Maureen Birmingham.
Entrevistada al término de la firma de un convenio entre México y países del Caribe en materia sanitaria, la representante de la OPS en nuestro país explicó que en la región centroamericana y caribeña el virus está extendiéndose, pero “no es una sorpresa”, ya que en esta zona se cuenta con el vector que transmite la enfermedad, el mosquito, además de la movilidad de la población.
Datos de la Organización Panamericana de la Salud señalan que México tiene 678 casos confirmados de chikungunya de transmisión autóctona y 22 importados, acumulados desde el año 2013 hasta 17 de abril de este año.
“Vemos en la región que está extendiéndose (el chikungunya), no es una sorpresa porque tenemos el vector y tenemos poblaciones móviles, entonces vamos a ver más incidencia del problema”, explicó Maureen Birmingham.
Ante esta situación, la representante de la OPS aseguró que México tiene la capacidad para enfrentar el virus, ya que desde hace meses se está preparando. Abundó que el país “es muy robusto” en su capacidad de diagnóstico y vigilancia debido a su experiencia con el dengue.
“México tiene mucha capacidad porque ya se estaba anticipándose a la llegada del virus, se está preparando desde hace meses. (…) México es muy robusto en su capacidad de vigilancia, tiene la capacidad de diagnosticar, especialmente por la experiencia con dengue, tiene capacidades para enfrentar una crisis”, explicó Birmingham.
La representante de la OPS mencionó que aunque todavía están estudiando la epidemiología del chikungunya en la región, explicó que en general la fiebre chikungunya y el dengue está relacionado con la lluvia y con el fin de la lluvia porque ” es cuando el agua queda estancada”, precisó Maureen Birmingham.
La representante de la OPS expresó que el problema de la fiebre chikungunya requiere de un “abordaje integral” donde se involucre la comunidad para que limpie el agua estancada, los servicios de salud, los laboratorios para que estén preparados para diagnosticar.
Agregó que es importante preparar a la población para que sepan cómo prevenirse tanto del chikungunya como del dengue, a los sistemas de salud para que haya más insumos donde hay un brote, para que no supere la capacidad local del servicio de salud. Asimismo, afirmó que hay que “ser realista en ver que hay una amenaza y prepararnos para mitigar el impacto en salud”.
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