Ni la lluvia pudo detener a los más de 200 manifestantes, entre familiares y amigos, que demandan justicia por la muerte de Juana Patricia Gómez Saldaña, quien el pasado 15 de septiembre y, según testigos, fue a causa de una bala de los elementos de la Policía Federal Preventiva (PFP) en Matamoros.
Sus padres, Gerardo Gómez y Margarita Saldaña, así como sus hermanos, Élida y Gerardo Gómez, entres otros familiares, fueron los que encabezaron la manifestación y, aunque esta vez encontraron cerradas las puertas del palacio municipal, fueron recibidos por elementos de la Policía Federal Preventiva.
La marcha de protesta fue precedida por un ataúd de madera, que cargaba su hermano Gerardo y otros familiares. Sobre él iba una fotografía de la jovencita.
Los protestantes demandaban que lo federales se retiren de la cuidad, con mantas y cartulinas de colores en las que se podía leer “justicia”, “fuera los federales” y “queremos seguridad, no miedo”.
Los manifestantes partieron a las 16:45 horas de la avenida Álvaro Obregón, a la altura del puente Viejo, rumbo a la Presidencia Municipal, a la que arribaron a las 17:10 horas pero minutos antes el edificio había cerrado sus puertas, después de desalojar a los pocos empleados que aun laboraban.
Solamente permanecieron 15 minutos frente al Palacio Municipal donde el ataúd de madera obstruyó la vialidad sobre la calle Sexta. De ahí partieron al Hotel Shalimar, de la colonia Alianza, donde se encuentran hospedados los elementos de la PFP.
A los pocos minutos de haber arribado al frente del hotel, los protestantes se tomaron un pequeño refrigerio que consistió en tortas de jamón con queso y aguacate.
Mientras seguían esperando pacíficamente a que alguien los atendiera para escuchar sus demandas de justicia.
Fue alrededor de la 18:45 horas cuando un elemento de la PFP, custodiado por seis más, se acerco a la reja del estacionamiento del hotel, que había sido cerrado antes que llegara la protesta, solicitando que una comisión de 3 familiares de la occisa lo acompañaran a una habitación para dialogar con sus superiores.
Martha García Santoyo, dirigentes de los comerciantes ambulantes de la organización 7 de abril, formaba parte de la comisión solicitada como representante de la sociedad matamorense, fue la que condiciono el dialogo. García Santoyo mencionó que los acompañaran los representantes de los medios de comunicación, solicitud que fue rechazada por los elementos de la PFP.
Ante la negativa Crescencio Alcántara Zavala, otro dirigente de los comerciantes ambulantes, ordenó a su grupo retirarse argumentando que no había condiciones para dialogar debido a que los elementos federales tienen una mala reputación y con el temor de enfrentarse a una agresión optaron por retirarse.
Minutos después, Martha García secundó la decisión de familiares y los demás manifestantes se retiraron señalando que consideraban que la persona con la que iban a conversar no tenía el nivel para resolver las peticiones de justicia, indemnización y el retiro de los federales de la cuidad.
Alcántara Zavala, ante lo que parecía una provocación para algunos de los federales que se encontraban en una azotea, en voz alta, advirtió, “en Matamoros los hombres no estamos castrados para demandar justicia”, dándose la media vuelta para retirarse.
Finalmente desalojaron las calles, sin obtener el diálogo deseado, retirándose con sus mantas y el ataúd, regresando la vialidad a la normalidad.
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