México, D.F.-
El objetivo de las reformas estructurales es permitir que micro, pequeñas y medianas empresas tengan el “campo parejo para competir”, señaló el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo.
El titular de la Secretaría de Economía (SE) expresó lo anterior al dirigir un mensaje en el último día de la reunión de la Red Parlamentaria Global de la OCDE, que se efectuó en la Cámara de Diputados.
Indicó que al competir parejo a las micro, pequeñas y medianas empresas les será más fácil incorporarse con mayor productividad a las cadenas globales de valor.
“Si hay un agente económico destinatario de estas reformas es la capacidad de levantar a ese grupo de empresas que representan más de 70 por ciento del empleo, para que puedan integrarse a esquemas productivos donde su productividad sea igual que la de las grandes”, dijo.
El funcionario federal expresó ante los parlamentarios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que “el objetivo de las reformas es cerrar la brecha para darles igualad de posibilidades de competir nacional y globalmente”.
Manifestó que el objetivo fundamental es cubrir este reto, después de 20 años, y la única manera en que se ha logrado es con la convergencia de todas las fuerzas políticas de México.
Guajardo Villarreal expuso también los retos que ha representado el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), y reconoció que México aún no logra las tasas de crecimiento ni la productividad necesaria a 20 años de la apertura comercial.
Sin embargo destacó que con el TLCAN y con 10 tratados internacionales firmados por México con 45 países se da acceso a un mercado de más de mil millones de consumidores, “lo que ha transformado el rostro de la geografía económica nacional”.
Reconoció que hay sectores ganadores y otros que se tienen que ajustar al cambio, por lo que “tenemos que ver los claroscuros de esa integración, y sé que es parte de la discusión en este grupo de parlamentarios que hoy se reúnen”.
Detalló que México comercia siete veces más que hace 20 años y la estructura de exportaciones es muy distinta a la de entonces, cuando 65 por ciento de las ventas al exterior eran de hidrocarburos, energía y minerales, y sólo 35 por ciento de manufacturas.
“Hoy son muy distintas: México exporta 85 por ciento manufacturas y 15 por ciento minerales e insumos energéticos, y somos los principales exportadores de frutas y hortalizas al mercado de América del Norte, y nuestras manufacturas representan 60 por ciento de las exportaciones manufactureras de América Latina”, precisó.
También reconoció que a dos décadas de la apertura comercial México tiene tareas pendientes fundamentales, pues el sur-sureste del país no se ha beneficiado de esta práctica mercantil ni de la integración a la globalidad.
“Eso es un reto y tiene que ver con el comentario de ayer del secretario de Hacienda, Luis Videgaray, de que los niveles promedio de crecimiento han dejado mucho qué desear”, apuntó.
Manifestó que la respuesta está en los retos que la apertura obligaba a enfrentar hace dos décadas. “Si voy a pedir al sector productivo nacional que compita globalmente, debí garantizar en territorio nacional condiciones de competencia justa”, dijo.
Indicó que la primera ley de competencia económica, en 1992, “se hizo sin dientes, no tuvo la capacidad de controlar la concentración de mercados y por más de 20 años los medianos y pequeños empresarios han tenido que pagar elevados costos de insumos estratégicos”.
Ello en sectores como telecomunicaciones, pues entre 35 y 40 por ciento son más costosos de lo que sus competidores iguales pagan en otros países.
Comentó que lo mismo sucede en el sector financiero, donde grandes empresas tienen acceso a mercados internacionales con tasas de interés que compiten globalmente.
En tanto las micro, pequeñas y medianas empresas han estado excluidas del sector; en la actualidad “más de 85 por ciento de la pequeña y microempresa no tiene acceso a este sector”.
Guajardo Villarreal agregó que la reforma financiera aprobada por el Congreso va al centro de la disponibilidad y la competencia para mejorar las tasas de préstamo y de acceso al crédito para micro, pequeñas y medianas empresas.
Citó que la reforma en telecomunicaciones se coloca en la parte central de la estrategia de competencia. Se diferencia porque hoy en día la competencia en las manufacturas se da en ese margen, pues 30 por ciento del valor agregado está integrado por tecnologías de la información e innovación.
“Si no liberamos el sector de las telecomunicaciones de conexión a la banda ancha y dé los beneficios que esto puede traer estaríamos creando una falta de acceso, de competencia y competitividad a las micro, pequeñas y medianas empresas”, aseguró.
Al referirse a la reforma energética, aseveró que México tiene la responsabilidad de integrarse en la competencia global.
“La posibilidad de tener gas shale en territorio nacional a precios por debajo de los cuatro dólares el millón de BTU hacen de la integración de América del Norte una de las ventajas competitivas más importantes en el desarrollo de la manufactura del futuro”, dijo.
El secretario de Economía mencionó que la fuerza de trabajo se incrementará 31 por ciento hasta 2050, mientras que en China y Corea decrecerá en alrededor de 30 por ciento en el mismo lapso.
“El pilar de la energía, el pilar de la fuerza de trabajo laboral con una reforma educativa y el de la innovación, serán los elementos que creen la competencia del futuro en el sector manufacturero”, concluyó.
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