Matamoros, Tam.-
El presidente de la Confederación Nacional de Cámaras de Comercio (Concanaco), Enrique Solana Sentíes, aseguró que los principales problemas que enfrentan los comerciantes de la frontera tienen que ver con las reformas hacendarias, tales como la homologación del IVA, la importación de autos usados y las leyes contra el lavado de dinero.
“Seguramente el asunto del IVA va a quedar en 16 por ciento por varios años, aunque muchos comerciantes no están de acuerdo con estas medidas, porque les resta competitividad con los comercios de Estados Unidos, donde allá el impuesto apenas sobrepasa el 8 por ciento”.
Solana Sentíes mencionó que otro de los grandes problemas que enfrentan los comerciantes de Matamoros es la baja o casi nula importación de autos usados, porque las trabas impuestas por el gobierno federal del sexenio anterior provocaron que esa actividad disminuyera dramáticamente.
Y es que esos candados que fueron creados para proteger la industria automotriz mexicana, causaron que se promovieran amparos y ahora resulta que las importaciones a lo largo de toda la frontera desde Matamoros hasta Tijuana están en manos de 3 personas físicas.
“Esos tres particulares se están haciendo millonarios, pues son los únicos que pueden importar autos usados. El gobierno federal está dejando de percibir millones de pesos en impuestos y de paso aniquiló esa actividad en ciudades como Matamoros”.
El líder nacional de los comerciantes explicó que van a dialogar con el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, para ver porque existen tantos problemas en la Aduana de Matamoros para las exportaciones e importaciones, porque siempre se cae el sistema y deja a su paso enormes filas de tráilers y camiones.
Sobre las reformas fiscales recién autorizadas por el gobierno federal, Solana Sentíes, manifestó que las medidas contra el lavado de dinero, el circulante ha dejado de fluir por el simple temor de gastar de más y ser investigados.
“Los consumidores tienen miedo de gastar más de la cuenta, prácticamente dejaron de usar las tarjetas de crédito, ahora regresaron al modo antiguo de esconder o guardar el dinero debajo del colchón y eso representa un estancamiento de la actividad comercial”.
Solana Sentíes dio a conocer que tienen informes relacionados con el uso de las tarjetas de crédito, donde queda demostrado que cayeron hasta un 50 por ciento y muchos otros consumidores prefieren dar de baja o cancelar los plásticos bancarios, para evitar ser víctimas de una investigación.
“Los contribuyentes piensan que con esas medidas hacendarias es muy fácil rebasar el tope y surge el miedo en convertirse en víctimas del terrorismo fiscal, por ello la actividad comercial cayó drásticamente”, finalizó.
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