Lo último que los residentes de la colonia Riberas de Rancho Grande quieren es que alguien llegue a decirles que ya pasó lo peor por los daños provocados por el huracán “Dolly”.
Y es que desde hace más de cinco días, varios residentes de este sector viven con el agua por debajo de las rodillas –y lo que es peor- dentro de sus domicilios.
Un ejemplo es la calle Bucana, donde hay casas que aún están inundadas por un líquido pestilente, pues el drenaje del área se colapsó.
Blanca Imelda Narváez, residente de esta calle, expresó que a la fecha no existe autoridad que haya acudido a apoyarlos.
Por su parte, Isabel Luna Juárez, quien también vive en esta calle, manifestó que el problema de las inundaciones siempre ha existido en esta colonia y nunca se ha podido solucionar.
La crisis es tan grave, que existen familias quienes se han visto en la necesidad de vivir en el segundo piso de sus casas, pues el agua ha invadido todo de manera que nadie está seguro.
Tal es el caso de la familia Vargas, quienes tienen cinco días viviendo en la planta alta de su hogar ubicado en la avenida Riberas de Rancho Grande dos y ya se resignaron a que nadie los va a ayudar.
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