Monterrey, N.L. / Nov. 28
Después de permanecer internada por varias semanas en el Hospital Universitario, la adolescente que fue baleada junto con su familia por elementos de la Policía Estatal fue dada de alta después del medio día de este jueves.
Cabe recordar que el siete de noviembre, un grupo de seis uniformados de la secretaría de seguridad estatal persiguieron y dispararon en por lo menos 15 ocasiones en contra del auto donde se transportaba la familia de Karla Jazmín Maldonado Cisneros, creyendo que se trataban de ladrones que habían asaltado una tienda de conveniencia horas antes.
En el incidente -ocurrido en la colonia Contry al sur de Monterrey- resultó herida Karla de doce años de edad, quien estuvo hospitalizada y a punto de perder la vida por la gravedad de sus heridas, sin embargo, “la fuerza de la niña es mucha y salió adelante, además de que recibió las mejores atenciones médicas”, comentó el director del nosocomio Donato Zaldívar.
Del mismo incidente también resultaron heridos los padres de la menor, Enrique Alberto Maldonado Aguilar de 33 años de edad y Guadalupe Cisneros de 30, aunque sus lesiones son conocidas como “rosones de bala”, agregó el médico, por lo que fueron dados de alta en la primer semana.
Fue un disparo en la axila derecha, detalló Zaldívar, el que le perforó un pulmón y el hígado a la menor, “por lo que estuvo muy grave, por lo menos los primeros diez días fueron de mucho cuidado”.
La salida del hospital de Karla hizo llorar a más de uno, entre ellos, al secretario de la secretaría de seguridad pública del estado, Aldo Fasci Zuazua.
Ella estuvo acompañada de sus padres Enrique Guadalupe, quienes vistieron a la menor con un traje de San Judas Tadeo y el momento emotivo fue cuando vestido del payaso “Astillín”, el oficial de Seguridad Pública, José Guadalupe Castañón Rodríguez comenzó a quitarse el disfraz, ofreciendo perdón a la niña a nombre de toda la corporación.
Como una manera de tratar de resarcir su error, el gobierno del estado regaló a la familia un automóvil del año, haciendo entrega de las llaves a la niña y a sus papas la documentación necesaria.
Junto con este presente, el uniformado Castañón entrego una cajita que contenía aportaciones voluntarias que todos los uniformados de la dependencia hicieron para ser entregados a la familia.
“No les guardamos rencor, hacia nadie, la ley se está aplicando y gracias a dios nuestra hija está bien y se va a recuperar”, dijo el papá de Karlita al ser entrevistado por los medios de comunicación al abandonar el Hospital Universitario.
La pesadilla parece haber terminado para la menor y para su familia mientras seis policías estatales están viviendo su cruda realidad al permanecer arraigados por el ataque a la familia Maldonado Cisneros.
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