¿Cómo es que se vuelve más fácil algo que solía parecernos difícil o sufríamos para llevarlo a cabo?
En estos días, el clima caluroso ha estado azotando la ciudad, y bueno, es que siendo realistas este es el tipo de clima que predomina una gran parte del año, por lo menos aquí en Nuevo León.
Entrenar sí que se siente pesado, aunque entrenemos a primera hora de la mañana, no se percibe que corra aire, el bochorno está presente y, claro, la temperatura es alta desde la madrugada.
Para correr, siendo honestos sí afecta mucho la temperatura, y en lo personal, me cuesta mucho lidiar con los efectos del calor al entrenar, mi paso por kilómetro se vuelve muy lento, me pesan las piernas, me cuesta respirar, mi transpiración aumenta mucho, y con esto vienen ampollas, rozaduras y demás.
Si bien siempre me ha costado esta parte calurosa del año, tenía mucho tiempo que no me sentía al entrenar como me siento justo ahora, de verdad que estoy sufriendo.
Analizando lo que me debe estar pasando, no tengo mucho que buscar y es que sencillamente recién salgo de una lesión que me llevó hasta una cirugía en mi pie derecho, y que me tuvo entrenando a medias o menos durante casi dos años.
Es decir, perdí casi por completo la condición que me había tardado en ganar por más de una década, simplemente se acabó, ya no está ahí y es momento de volver a empezar a construirla.
Si bien dicen por ahí que el cuerpo tiene memoria, lo cual sí creo, ésta se desarrolla hasta cierto punto, pero siempre y cuando trabajes duro y, sobre todo, de manera constante, para hacerle recordar al cuerpo todo lo aprendido. Estoy experimentando esa parte.
Y esto es lo que me ha llevado a pensar cómo, anterior a mi lesión, podía sobre llevar esta larga temporada del año, ¿por qué si me costaba, no era tanto como me lo está pareciendo ahora?
¿A caso era más fácil? ¿Las rutas eran más sencillas que ahora? ¿El calor no era quizá tan fuerte? La respuesta a esto, después de mucho cavilar, es que no, nunca fue más fácil, si no que yo me fui volviendo más fuerte.
Con cada sesión desde el día uno fui acumulando resistencia, mental y física, y esto, poco a poco, fue haciendo parecer las cosas cada vez un poco más fáciles, pero en realidad era mi cuerpo que se estaba volviendo mejor y más fuerte, para superar esos entrenamientos y competencias que pudiera tener.
Así que al día de hoy pienso en ello para darme ánimos de seguir, aunque de momento, me parezca imposible recuperar la condición que tenía, previo a mi lesión.
Porque se que si sigo trabajando en ella, esta va a llegar, quizá tarde un poco más de lo que quisiera, pero mientras no quite el dedo del renglón se que sucederá.